viernes, 19 de junio de 2015

19 de junio de 2015: "Mis padres no están en casa..." [Incompleta]





 

Yuuto Shinji
A solas. Si, llevaba toda la tarde a solas en casa… ¿Por qué? Pues porque simplemente no se le había dado la gana de acompañar a sus padres a casa de otros parientes, al día siguiente había un compromiso familiar al que estos deseaban asistir, no le comentaron demasiado antes de irse, pero no le aseguraban volver por esa noche a casa. Tal vez sí que debió de acompañar a la pareja… aunque francamente, luego de la fiesta en la playa de la noche anterior, estaba lo que le seguía de agotado. Hasta entonces todos sus días eran de “Vayamos a ver a tal o cual persona” y eso comenzaba a fastidiarlo. Sus padres aprovechaban sus visitas medianamente largas para atestarlo de visitas. No era como que no le agradase ver de nuevo viejas caras, pero definitivamente debían bajar un poco su ritmo; ni en el trabajo le mantenían bajo tanto estrés.

Menos mal que su madre dejó algo de comida hecha, porque de no ser así habría preparado algo de curry instantáneo o lo que era peor… fideos, si, esos que solían quedarle fatales. Después de ello miró, sin mirar realmente, la televisión… y cual adolescente rebelde: Terminó encerrado en su habitación. Eso era algo que no había tenido el efecto que deseaba… no cuando no había nadie gritando algo como “¡Yuuto! ¡Baja de inmediato!”. Ciertas cosas no tenían el mismo efecto cuando ya no eras un adolescente y cuando tus padres dejan de irte detrás todo el tiempo.

Más entrada la noche tomó un baño y se vistió solo el pantalón del pijama, así era como había estado durmiendo desde que llegase a casa… Los días en Mie estaban calurosos a diferencia de Tokio. Se tiró en la cama y ¡gran sorpresa! Bajo su cama aún yacía aquella vieja caja con un montón de revistas de música… Las hojeó un rato, a algunas les sacudió un poco el polvo… Si lo pensaba bien, toda la habitación estaba llena de recuerdos… No pudo mantenerse demasiado tiempo con las revistas, pues las devolvió a su sitio más rápido de lo que se imaginó… Tentado estaba a seguir husmeando en sus propias pertenencias, cuando recordó que esa noche no le había escrito a su ocupado baterista.

Se encontraba tirado boca abajo en la cama, con la portátil abierta frente a él, pensando en que de verdad deseaba volver pronto y echarle una mano a Sujk, cuando un larguísimo e-mail le tomó por sorpresa. Entre más leía el pensamiento de “Que no termine nunca” le invadía todavía más. ¿Responderle el e-mail o hacerlo de viva voz? Estaba solo en casa y no tendría a su madre cuestionándole con el típico “¿Con quién estas hablando a estas horas?”. ¿Estaría sensei trabajando en la computadora ahora mismo? ¡Al demonio todo! Ya estaba husmeando en el famoso Skype… Encontró el perfil de Sujk de inmediato, no porque lo tuviera en “Favoritos”, sino porque… ¡porque ¿qué tal si lo requería para alguna cuestión laboral?!... El icono de su baterista aparecía como “Ausente”, pero no como “Desconectado”… ¿Sería que respondería la videollamada? Estaba poniéndose ansioso… sensei estaba demorando un poco. – Vamos, vamos… contesta, contesta… - Le murmuraba a la pantalla.



Sujk Arkhelism
A veces pensaba que trabajar a marchas forzadas no era lo recomendable, pero debía de hacerlo porque le gustaba y porque también era su deber. Terminó cansado realmente y ya fuera del estudio, fue que pudo ver la luz del día. Llevaba a Waccha en su jaula transportadora, su maleta y otras cosas. Sí, lucía terrible y muchos le había dicho desde hace unos días, “Vaya a descansar” Pero no podía, de ningún modo planearía dejar todo en desorden porque tanto Yuuto lo conocía laboralmente como él al menor y no le gustaban las cosas a medias.

Por fin pudo salir para ir a casa. El tráfico de la tarde pareció ceder gracias a un milagro y llegó más pronto de lo que pensó, pero antes de comenzar a organizar cosas de su hogar, se tiró en la cama y durmió una larga pero bien merecida siesta. Al despertar de esta, se dio cuenta que ya pasaban más de las diez de la noche y entonces tomó la portátil que estaba sobre la cama, pues la había dejado allí para cualquier cosa.

Su e-mail aún no era respondido, pero sabía que Yuuto estaba ocupado y lo respetaba. Más tarde que temprano, se desperezó de su cansancio y se estiró cual felino sobre la cama… Joder, estaba bastante relajado.

Varias cuentas en su computadora permanecían abiertas, pero no les dio mucha importancia. Era hora de darse un buen baño para terminar con su día relajante. Dejó la portátil encendida y entonces entró al cuarto de baño para asearse.

Toalla en cintura y otra sobre sus hombros, así fue como salió del baño, seguido de aquel vapor que salía a causa del agua caliente. Se dirigió a su clóset que era compartido con su novio y comenzó a vestirse con cada muda que sacaba. La camiseta la dejó al final porque aún no se secaban sus cabellos así que la botó sobre la cama y… Para cuando se sentó a la orilla de la misma, aquel sonido de llamada le hizo voltear hacía donde estaba su portátil. Curioso se quedó mirando como si alguien más pudiese responder la llamada. Se trataba de Yuuto, así que de inmediato contestó por medio de esa cuenta que tenía siempre abierta, ¿de verdad era su novio?


Yuuto Shinji
¿Por qué se estaba tardando tanto? ¿Para qué carajos dejaba iniciada la sesión si planeaba ignorarla por completo? Era la cuarta vez que intentaba llamarle y a saber si Sujk estaba o no frente a la computadora... pero comenzaba a hartarse un poco. ¿Y si le ignoraba a proposito? No quería ponerse rebelde, pero Sujk le orillaba a eso... ¿ Y si sensei ni siquiera sabía utilizar ese programa? Con eso de que los equipos actuales ya lo traía incluído... a lo mejor el hombre ya ni recordaba que tenía una cuenta... ¿Y si jamás le respondía porque el hombre era un maldito negado a la tecnología? Ya estaba llevandose ambas manos a revolverse los cabellos desesperado, cuando de pronto... Respondieron a su llamado. - Eh... - Balbuceó. No estaba seguro de que la conexión estuviese siendo buena... La pantalla se dividía en dos, una ventana grande en donde se suponía debía ver a su novio... al cual no veía, y más abajo él en un recuadro más pequeño: Tirado boca abajo, vistiendo el pijama a medias y con los cabellos más revueltos que nada. - ¿Sensei? - Probó. No sin antes comenzar a acomodarse el cabello rapidamente.



Sujk Arkhelism
Vaya programas que ni sabía que tenía recordando en la portátil. Menos mal que Yuuto hizo esa llamada, porque ni siquiera tenía en cuenta que aquello seguía abierto. Para cuando contestó la dichosa llamada, empezó a escuchar ruidos extraños, seguro era porque el micrófono se estaba adaptando al sonido. Una pantalla extraña se apreció, pero veía con claridad a su menor. Al parecer éste estaba con los cabellos revueltos y ahora se los acomodaba. — No te peines que ya vi esa cabeza hecha un desastre. — ¿Era su imaginación o Yuuto estaba sin camisa. Seguro era por el clima, pues Mie no era un lugar frío precisamente.


Yuuto Shinji
- ¿Eh? - ¡Carajo! ¿Sujk ya podía verlo? ¿Y por qué él no podía? De inmediato dejó las manos quietas a cada lado de la portatil, no le gustaba saberse observado cuando él no podía gozar del mismo privilegio. - Ni siquiera en las mañanas amanezco con esta cabeza. - Argumentó desviando la mirada, no tenía ni una idea de cómo carajos reaccionar al no saber la expresión que pudiera tener el otro. - ¿Sensei? Mira, no se qué rayos ocurre del otro lado, pero... - Una risilla se le escapó y tuvo que llevarse una mano a los labios para intentar mitigarla. - ¿Podrías revisar si la cámara de la computadora en verdad esta encendida? No puedo verte... - Suponiendo que Sujk le haría caso, se reincorporó para comodar unas cuantas almohadas en la cabecera de la cama y tomar asiento ahí y tomando apoyo sobre esta. Una vez lo consiguió, colocó la portatil en su regazo...



Sujk Arkhelism
— Tienes razón, ni en las mañanas despiertas así. — Rió de manera muy leve y terminó sentado en medio de la cama, con la portátil en la misma. Escuchaba al menor tranquilo, hasta que... ¿Decía que su cámara no se veía? Diablos, que no era bueno con esas cosas porque no indagaba más que con programas para crear sonidos nuevos y hasta ahí. — Uhm... Creo que... Espera... — Comenzó a buscar la opción para que el menor pudiese verlo y... claro, todo parecí fácil, a menos eso creyó puesto que ya había encendido la cámara sin darse cuenta y él que seguía viendo a saber qué cosa que se apreció en su camino. La vista que le daba al menor era de su cintura para arriba pero sin llegar al rostro. Aún tenía esa toalla sobre los hombros pues mantenía sus cabellos sobre esta.


Yuuto Shinji
Si, si, él esperaba. Igual ya había esperado durante sus cuatro intentos de llamada ¿cierto? Estaba poniendose más cómodo contra las almohadas y de pronto la cámara de sensei pareció funcionar. Todo se observaba un poco oscuro, pero solo fue por cuestión de segundos, porque sin previo aviso... ¡Joder! ¡¿Eso era lo que creía que era?! Mierda, mierda, mierda... olvidaba la jodida buena definición del equipo de computo que ambos usaban... ¡Reconocería el torso de sensei en cualquier parte! Y el torso de sensei recién salido de bañar mucho más... ¡Maldita sea! Que de buenas a primeras tuvo que clavar la mirada en la pared de a lado, porque de otro modo se quedaría embobado mirando semejante vista... al diablo si él estaba en las mismas condiciones de semi-desnudez... Que él no se cargaba semejante musculatura tan bien marcada. - Ya-ya esta, viejo... - Avisó sin querer mirar la pantalla de nuevo... No quería mirar... ¡Ansiaba mirar! pero tampoco se iba a dejar tanto en evidencia ¿o si?



Sujk Arkhelism
Terminó de revisar lo que era un correo que le habían mandado para el trabajo pendiente del día siguiente cuando la voz de su novio le hizo salir de su trance. Rápidamente cerró aquella ventaba y frunció levemente el ceño cuando se dio cuenta que su cámara estaba mal enfocada. — Rayos... — Murmuró entre risas y entonces alejó la portátil para que de ese modo su novio pudiese mirarlo bien. — Ahí quedó... — Saludó a su novio con un ademán hecho por la mano, pues la otra la ocupaba para terminar de secar sus cabellos de la parte trasera. — Me he dado un baño... — Le informó como si fuese lo más interesante del mundo.


Yuuto Shinji
- Ya lo noté... - Murmuró, como si eso no fuera ya evidente, maldiciones... Tal vez debería de haber pensando en esa opción, llamarlo más tarde o lo que fuese para no tener que verse en tal aprieto. - ¿No deberías ponerte algo encima? - Sugirió intentando sostenerle la mirada - El noticiero de la tarde decía que Tokio estaría frío y lluvioso esta noche. No vayas a resfriarte. - Abusó de tal pretexto, considerando que en cuanto a enfermedades respiratorias, sensei se las había visto dificiles ese año.



Sujk Arkhelism
— No, el clima está templado porque prendí la chimenea, realmente hace frío afuera. Pero sabes que detesto el cabello mojado contra la ropa, esperaré a que se seque para poder ponerme la camiseta. — Explicó; realmente así era todo, no debía mentir o algo parecido. — ¿O qué, será que no te gusta verme así? — Bromeó y luego se acercó un poco más para ver a su guitarrista en las mismas condiciones. — Tienes curvas muy definidas en la cintura, ¿eso es normal? — Lo molestó. Lo cierto es que le gustaba mucho el cuerpo tan delgado de su novio, ¿por qué debía estar tan lejos ahora?


Yuuto Shinji
Los argumentos de Sujk le hicieron revolear los ojos y pensó en que quizás necesitaba del humor socarrón de su pareja para poder tranquilizarse un poco. Si el corazón le latía al por mayor al ver como esos musculos se tensaban y relajaban según respiraba su pareja, no era algo que tuviera que exteriorizar ¿cierto? - El problema esta en que me gusta lo que veo, viejo tonto. Y esta lejos... - Le acusó achicando los ojos para mirarle fijo, de paso frunció el entrecejo luego del "oportuno" comentario de su pareja. - ¿Qué tanto estas viendo? Aquí nadie tiene curvas definidas, sensei. Soy una persona saludable. - Replicó.



Sujk Arkhelism
— Oh...Mira nada más. — Se hizo el sorprendido y dejó la toalla que tenía sobre os hombros a un lado. Se acercó un poco más a la pantalla para ver a su menor y enarcó ambas cejas. — ¿Será que andas deseoso...? Venga, no andes provocando, que también me gusta lo que veo. — Rió de manera muy leve al termino de su comentario. — Tienes curvas definidas, y el pijama te queda grande que se ve tu ropa interior. Es color gris. — Evidenció a su novio.


Yuuto Shinji
Entre más se acercaba Sujk a la pantalla, él de alguna manera buscaba enterrarse más en las almohadas, retrocediendo, sin importar si eso dejaba más a la vista las imaginarias "curvas" de las que el mayor hablaba. - ¿Deseoso de qué? - Se hizo el arrogante, más estaba al tanto del trabajo que le estaba costando salivar... Sujk sabía de sobra el efecto que provocaba en él cuando comenzaba a retarle de aquella manera. - Yo no te estoy provocando... - Si, claro. "No lo provocaba", pero igual se encargaba de modular un poco su tono de voz, dejando un poco en suspenso sus palabras. Ya no fruncía el entrecejo, pero igual continuaba achicando los ojos divertido ante cada tontera que le insinuaba el otro. - No sé de qué hablas, Sujk-kun. Me parece que alguien ya padece de vista cansada, porque lo que tu ves en color gris... -Como quién no quiere la cosa, dirigió fugazmente su mirada hacía abajo... Si, la ropa interior se asomaba por la orilla del pantalón del pijama. - Yo lo veo en color negro.



Sujk Arkhelism
No pasó por alto el como su novio se apegaba más hacía las almohadas que tenía por detrás y entonces se as quiso dar de arrogante también. — Deseoso de esto que ves. Venga, no retrocedas tanto, que al otro lado solo es pared y no habrá espacio para que huyas de mis miradas... ¿Será que tienes miedo que me acerque aún en la distancia? — También le gustaba provocar a Yuuto de todas las maneras. — ¿En verdad no es gris? — Hizo por asomarse como si de verdad pudiese ver más allá de esa tela. Ambos dirigían la mirada a la ropa interior de la que hablaban. — ¿Por qué no me enseñas para ver si estoy en un error? Quizá si me haya equivocado. — Mencionó totalmente divertido por el asunto.


Yuuto Shinji
Sujk estaba atiborrandole de preguntas insinuantes, nada de doble sentido, iba directamente a dejarle en claro ciertas cosas del conocimiento de ambos: Sabían como levantarse los ánimos, pero... ¿Aquello no era ya demasiado? ¿Incluso a la distancia? Sensei se encontraba a más de cinco horas de viaje en auto... ¿Cómo era eso posible? - ¿Qué? ¿Pensaste que con eso iba a caer, Sujk-kun~? - Canturreó divertido. Detrás de la oreja se acomodó lentamente un mechón de cabello e igualmente despacio, fue acariciandose la mejilla con la yema de sus dedos, hasta que pudo hacerles llegar a su barbilla para sostenerla de manera pensativa. - La pregunta es... ¿Será que ya estes intentando calentarme desde allá? - No, esa pregunta ya tenía respuesta y ambos lo sabían. - Yo no le tengo miedo ni al miedo y lo sabes.



Sujk Arkhelism
— No creo que seas una persona que caiga tan pronto, pero digamos que algunos usan tácticas para que de alguna manera cedas... — Ahora su novio le caturreaba en ese tono que reconocía de inmediato. — Tú mismo debes saber la respuesta a ello. — Intentó irse por la tangente mientras se estiraba un poco para tomar un sujetador de cabello que tenía sobre el buró. Se peinó en una media coleta, dejando que algunos de sus ya largos cabellos cayesen sobre sus hombros y uno que otro sobre su rostro, eran esas tácticas que él usaba, pues sabía que a su novio le gustaba de cabello largo. —Si no tienes miedo al miedo, entonces no te pongas nervioso.


Yuuto Shinji
Esta vez procuraría mirar atentamente cada movimiento. ¿Una media coleta? Buena tactica, pensó ladeando un poco su sonrisa... El por su parte optó por colocar a un lado la portatil. - Yo no sé nada, por eso te pregunto las cosas... - Despacio, como si eso fuera a suponer alguna clase de riesgo, recogió sus largas piernas hasta poder abrazarlas y apoyar su mejilla sobre las rodillas. Así de perfil, permitía que sensei observase practicamente todo su cuerpo... desde las piernas vestidas por su pantalón de franelillas, hasta su encorvada espalda, así, con la luz encendida, estaba seguro de que sensei alcanzaría a ver perfectamente su espina dorsal... esa que el mayor siempre se esperaba en acariciar hueso por hueso, despacio. - Yo no estoy nervioso... -Suspiró. Con el afan de acomodarse mejor, quiso recorrerse aún más hacia las almohadas, sin importar si con ello el pantalón del pijama se deslizaba un poco más abajo... Si, ahora el color negro de su ropa interior se podía apreciar sin problemas.



Sujk Arkhelism
¿Y ahora qué hacía el otro? Estaba un poco dudoso de lo que veía; Yuuto ahora se ponía en una posición más cómoda para que él pudiese apreciarlo. Cuando clavó su vista, recorrió con la mirada esa espalda que tenía en la pantalla... ¿Por qué carajos debía estar tan lejos? Carajo... Bien sabía lo mucho que le encantaba acariciarle la espalda desnuda hasta que perdiese los estribos y ahora mismo le estaba jugando sucio. Tragó saliva de manera complicada y entonces para mitigar el hecho de que en verdad le gustaba lo que veía, se cruzó de brazos a la altura del pecho; con ello, sus brazos marcaron perfectamente su musculatura, una que vino a adoptar en los últimos años que había dejado de ver a su novio; su cuerpo de ahora no era nada comparado como el de hacía unos años... Ahora se podía dar el lujo de presumir frente a esa cámara que tenía unos brazos dignos para su novio. — ¿Entonces cómo estás ahora...? — Evidentemente la ropa interior de su novio era color negro.


Yuuto Shinji
De reojo se animó a observar qué era lo que su pareja hacía ahora. Elevó una ceja al verlo de brazos cruzados... era tan evidente su manera de querer llamar su atención, cosa que conseguía con el solo hecho de mostrarle ese par de brazos. - ¿Ahora? - Su sonrisa se ablandó muy a proposito. - Tal vez echando en falta que hoy pudiera dormir siquiera en el calor de esos brazos... - Quizás era momento de aprovecharse. Sería ridículo avergonzarse considerando que, si lo deseaba, en cualquier momento podía cortar comunicación y ahorrarse las posibles burlas del otro. - Como que siento que me hace falta tocar "lo que es mío". - Sensei siempre se lo decía, que le pertenecía, que podía hacer con él lo que quisiera. - Tal vez un poco cursi o... - Esta vez suspiró - Con la cabeza caliente, esperando a que me estimules auditivamente con tu montón de guarradas que bien sabes que me ponen a tono, sen-sei...



Sujk Arkhelism
¿Por qué era que los dos se traían algo entre manos esa noche? Seguramente estaban conectados como bien decían algunos mitos de pareja... Quizá era eso, porque no hallaba otra manera de describir lo que ahora estaba sintiendo al ver a Yuuto así... Para su mala suerte se veía seductor a su manera, tan gustosamente servido en charola de plata, indefenso porque él no estaba allí para acechar a su presa como quisiese... Jodido guitarrista que le tenía como idiota. — Tal vez yo... — Dejó sus palabras a medias mientras trataba de mirar fijamente lo que tenía en esa pantalla. — Necesite que ciertas manos hagan lo suyo con mis cabellos... O, que vengas a tocar lo que realmente te pertenece, o bien... Hace falta un poco de mano dura en esa espina dorsal que se asoma sin temor a que alguien vaya a tocar... — ¿Y ahora por qué ambos parecían susurrar las palabras?


Yuuto Shinji
¿Tal vez él...? Sujk le observaba fijamente, se le notaban las ganas de tomar las llaves del auto y llegar hasta su lado en esos momentos... Si tan solo no fuera una locura y tantas horas de distancia las que les separaban. - Me hace falta esa mano dura, necesito que me quites un poco lo rebelde... - Siseó divertido. Arrojandose sobre las almohadas, extendió todo su torso, ahora su pecho quedaba expuesto. - Quizás si, quizás necesito que ahora mismo me digas cómo es que te gustaría tocarme y que te tocase... - Se giró ahora para mirarle de costado. Al diablo si con tanto movimiento el pijama iba más abajo o la cama acababa toda revuelta. - Justo ahora estoy a solas en casa y me siento como todo un adolescente curioso de ciertas cosas, sensei... - ¿Era acaso que ese lado descarado podía salir a flote aún cuando Sujk no le había puesto ni un dedo encima? Parecía ser que si, así era. - Sigo, solo es una sugerencia. - Agregó encogiendose de hombros.



Sujk Arkhelism
Su mirada permanecía fija a la pantalla, como si quisiese atravesar ésta para tomar lo que había al otro lado, para tomar a Yuuto y revolver con él esas sábanas y dejar la cama maltrecha después de hacerle el amor de una manera desquiciante pero placentera. Pero la realidad le golpeó la cara, pues no tenía a Yuuto cerca, solo una maldita pantalla le dejaba ver cómo es que se revolvía entre la gran cantidad de almohadas que tenía sosteniendo esa espalda. Puso más atención, el pijama bajaba más y más, dejando al descubierto parte de la ropa interior del menor y parte de uno de sus muslos rollizos… esos que poseía y que eran en demasía perfectos para su vista. Estaba babeando en la portátil, Yuuto lo estaba seduciendo con esos, movimientos, con esas miradas penetrantes y con esa voz jodidamente sensual… ¿Estaba loco? Ambos no se podían tocar, simplemente no podían… Al menos eso pensó, pues para cuando quiso reaccionar, era demasiado tarde. —Tal vez me gustaría saber a mí, cómo es que quieres que te toque y en donde… Eso me ayudaría bastante a complacerte… — Ladeo una sonrisa y entonces recogió algo de su cabello y lo volvió a dejar caer sobre sus hombros para una que otra gota de éste, cayese por su pecho y comenzasen a deslizarse por su piel. —Tal vez, y solo tal vez… te gustaría aprender un poco de lo que yo quiero enseñarte, después de todo… es lo que hace un Sensei… — Susurró eso último, y con su dedo índice ayudó a la gota de agua que descendía por su pecho y dibujó un camino con ésta, hasta llegar a su torso, y más abajo, donde estaba su ombligo. Detuvo su andar y con ayuda del pulgar, tiró de su pijama solo un poco para dejar ver el elástico de su bóxer.


Yuuto Shinji
¿Pero qué carajos era lo que se suponía estaba haciendo? ¿Qué clase de espectáculo le ofrecía ahora a sensei? Nada más bastaba con contemplar ese par de pupilas dilatadas para dilucidarlo; el hambre con la que le observaba era equiparable a la ansiedad con la que él pensaba en lo perfecto que sería el poder transportarse inmediatamente al lado de su pareja. Increíblemente se vio sorprendido al darse cuenta de que le costaba trabajo tragar saliva solo con estar consciente de la magnitud del deseo que se profesaban. - ¿Tal vez…? – Siseó intentando provocarle todavía más, entrecerrando los ojos, adoptando un poco esa expresión felina que a su novio parecía gustarle, esa que tanto se negaba a admitir poseer. – Sin irme por las ramas, no tengo problema en aceptar que quisiera que me dijeras… - ¡Joder! Que esa visión del pecho de Sujk le hizo levantar el mentón, casi como si quisiera asomarse por la pantalla y mirar un poco más allá el camino que aquella traviesa gota de agua recorrería hasta el final.
– Muéstrame, sensei… - Pidió una vez que consiguió volver a enfrentarle la mirada luego de habérsela deleitado a gusto, olvidándose por completo de lo que antes tuviera intenciones de insinuarle. – Muéstrame. – Repitió tajante, sin hacer amago de ocultar ese atisbo de excitación en sus palabras. Excitación proveniente, evidentemente, de ese morbo que le causaba saber si en verdad… ¿En verdad sensei le permitiría ver más allá de los que sus manos ahora dejaban ver de su ropa interior? Diablos… En realidad la pregunta era… ¿Él mismo estaba dispuesto a mirar solamente a través de la pantalla? ¿Qué clase de mente enferma era la que tenía? ¿Cuándo era que se había hecho todo un fetichista? – Haste responsable de este pobre muchacho curioso al que ya le has alborotado las hormonas con solo mirarte tan dispuesto… sen-sei… - Canturreó ese mote que de tan diversas maneras ocupaba para con el otro. Sus labios se curvaban en una sonrisa de complicidad y una de sus manos la apoyaba en la barbilla como quién está a la espera de evaluar algo de su interés.



Sujk Arkhelism
Debía de dejar las comparaciones que tenía Yuuto con las de un felino, debía de hacerlo, o de lo contrario su novio se llevaría una gran sorpresa, y… es que no podía negar que los felinos eran su fetiche, sumado a su persona especial, pues era como una bomba, una que tenía contados los segundos para finalmente explotar. Justamente la mirada del menor le dejó boquiabierto, aún en la distancia se empeñaba en dejarlo en vergüenza, y no le estaba constando mucho trabajo, era una total crueldad tenerlo tan lejos, pues la única cercanía que tenía era esa pantalla que solo le proyectaba lo que más tanto anhelaba en sus aposentos.

Bastaba con ver la expresión que Yuuto tenía en el rostro, divertida como cuando alguien espera un espectáculo ansioso, con insinuación, como cuando quieres ver algo que está lejos de tu alcance, pero que aún así, quieres observar hasta indagar a fondo. Ambos estaban metidos en esto, se volvían locos de solo ver piel desnuda del otro lado de la pantalla, estaban mirándose con demasiada lasciva y también sabían que aquello estaba mal, o tal vez no tanto por el recorrido que sus manos hicieron. Ambas manos sostuvieron sus propias caderas y sus pulgares, que cuidadosos delinearon las curvas de su pelvis, se llevaron el pantalón y el bóxer conforme bajaba más y mas, dejando ver lo que ya era una erección, no en su totalidad tan dura como cuando Yuuto estaba cerca. Se sentía todo un pervertido al estarle enseñando eso a su menor, pero no podía hacer nada, el deseo lo arrastraba al punto de activar una alarma en su cuerpo que dictaba “Atrevimiento total”. —¿Te gusta lo que ves…? — Para su sorpresa, sus palabras salieron fluidas, casi con encanto. —Porque yo sé que te gustaría sentir esto… — altiva era su voz, y sin más cuidado o pena, empuñó su miembro, dejando ver solamente la punta rozada en la pantalla. —¿O qué? ¿Eres demasiado niño como para saber cosas de adultos…? — Susurró.


Yuuto Shinji
No lo negaría, en el momento en el que Sujk comenzó a desnudar parte de sus caderas para permitirle ver su sexo, él se quedó boquiabierto, paralizado por completo… Tal vez no dejó que la sorpresa se viera en su expresión, pero en ese preciso momento solo alcanzó a ensanchar un poco más su discreta sonrisa y a elevar una ceja. Con todo el descaro del mundo contemplaba con los ojos entrecerrados como Sujk envolvía su entrepierna y fue hasta entonces que consiguió estar consciente de lo que se le estaba preguntando. Suspiró quedamente y levantó la mirada hasta encontrarse con el rostro de su pareja del otro lado de la pantalla. ¿Gustarle lo que veía? – No tanto. – Respondió arrogante a la primera oportunidad.

Pensó en que tenía consigo al único ser que había sido capaz de alcanzarlo en su desesperada huida de sí mismo, esa que se negaba a dejarse engatusar por “mediocres amores”; el único capaz de adentrarse en lo más profundo de su existencia y abrir las puertas que él se había empeñado en cerrar a las demás personas… Esas con las que ni por asomo se atrevería a realizar ni la mitad de locuras que con su baterista no se paraba a pensar ni una sola vez en los posibles riesgos. Un ser que le había mostrado lo valioso de confiar en alguien más que no fuera él mismo, de entregarse, de experimentar ese amor que tanto le hacía desconocerse, ese ser que minuto a minuto se le ofrecía sin tregua ni reservas, igual que si no hubiera nada ni nadie más en el mundo… porque para Sujk… era tan fácil demostrarle que, era cierto, ante sus ojos, no existía más nadie en su mundo, por lo que… ¿Qué más daba arrojarse de cabeza a una locura más como aquella? Si de experimentar se trataba, quedaba de manifiesto que hasta el mismo infierno seguiría a ese torpe.

– No sé si se trata de que sea demasiado niño para ciertas cosas… - Sin reprimirse más, deslizó la punta de su lengua por el borde de su labio superior, al tiempo que sus ojos volvían a clavarse en la semierección de su receptor en Tokio. – Pero esa de ahí abajo suele estar bastante más dura e imponente cuando esta acariciándome las nalgas, Sujk-kun~ - Como si no fuera suficiente con haber canturreado aquello último, volvió a mirarle con afecto y ladeó un poco su sonrisa, esa que quizás por sus recientes pensamientos, se había bañado… con algo de ternura. – No me vendría mal que me hicieras el amor con la mirada… mientras te tocas para mi, viejo…


Sujk Arkhelism
No, no era suficiente, sabía que no lo era, debía dar más de sí para que Yuuto quedase prendado de su imagen a través de la cámara.
Jamás en la vida había hecho esa clase de cosas con alguna pareja, había tenido mujeres como novias, pero jamás llegó al extremo de pedir cosas osadas relacionadas con la vida sexual, aunque fuese la mujer que más le hubiese gustado dentro de su vida amorosa. Nunca había caído en las manos de alguien de aquella manera en que Yuuto le apresaba, le enajenaba y lo guiaba a un abismo lleno de cosas nuevas por experimentar. Creía que las parejas hacían otro tipo de cosas un poco más reservadas, creía que el amor transformaba todo alrededor de esas dos personas que se profesaban esos sentimientos, pero vaya mentira. Amar alguien, ser parte de la vida de otro ser, era más allá que solo amor. La relación que tenía con Leda era diferente, y no por ser hombres, eso quedaba de lado. Es solo que… con Yuuto se atrevía a muchas cosas de las que creía anteriormente que no sería capaz. Su novio era el motor de sus locuras, la persona que lo ponía apasionado, ya sea frente a frente o a través de una cámara.

Con ayuda de su otra mano, tuvo la osadía de empujar un poco la laptop que estaba en la cama, para que la vista fuese aún mejor. Estaba recargado en el respaldo de madera de la cama, que tocaba su espalda, que fría se puso al contacto y le erizó la piel desnuda, lo que provocó más libido en su interior. Su cabelló seguía goteando y parte de éste, caía sobre sus hombros desmesuradamente, haciendo que las pequeñas gotas se perdiesen sobre algún rincón de su piel. Ladeó un poco la cabeza para mirar fijamente a su espectador y negó levemente con la misma, mientras apretaba entre su mano esa entrepierna que estaba más que lista para la acción.—¿Crees que te daré un espectáculo gratis? Estás mal… —Llevó la palma de su mano hacía su frente y la deslizó por la misma, hasta llegar a las raíces de sus castaños y largos cabellos, allí enredó sus dedos y deslizó los mismos por toda su cabellera, llevándola hacia atrás y dejando que algunos mechones cayeran de manera rebelde hacía los lados, cubriendo un poco sus mejillas. —No soy de complacer sin ser complacido…. Me conoces. — Le guiñó el ojo, tratando de coquetear como solo él sabía. — ¿quieres que me toque? Muy bien, pero antes quiero ver una probadita de donde es que quieres que te meta esto… — Y haciendo referencia, fue que deslizó su mano un par de veces por su extensión, para que el otro mirase; más luego se detuvo. Retos eran retos. Y no deseaba complacer sin ser complacido.
Yuuto Shinji
Su sonrisa, que momentos antes estuviese preñada de ternura por la cantidad de sentimientos románticos que de pronto comenzaron a invadirle la mente, no tardó en irse transformando en una mueca extraña que no le permitía disimular lo mucho que le ponía ver al otro tan expuesto del otro lado de la pantalla. Sujk detestaba quedarse con el cabello mojado antes de ir a dormir… ¡Justo en ese instante él se juraba que sería capaz de esconderle la secadora de pelo cada noche a partir de ahora! Las gotas de agua no dejaban de hacer de las suyas sobre la tensión de esos pectorales, los bíceps… incluso marcando húmedos surcos por ese fornido cuello sentía que bajo la ropa interior ya tenía una verdadera urgencia por liberar su propia excitación que endurecida iba que seguía muy de cerca a la que ahora sensei le mostraba desde Tokio.

Pese a que arrugaba el entrecejo, no dejaba de sonreírle a su pareja, de antemano sabía que Sujk no se lo pondría fácil. - ¿Qué sugieres? ¿Aún en esta situación aplicaremos el “No avanzar sin el otro”? – Le recordó ese contrato sentimentalmente implícito desde la primera vez que hubiesen intimado. Con cuidado movió la computadora lo suficiente como para que el batero no pudiera contemplar nada más allá que su rostro y quizás un poco de sus hombros. En ese punto ciego que por ahora no podía observar el mayor, sus manos trabajaban con presteza con el pantalón del pijama y de paso los dichosos boxers cuyo color tanta controversía hubiese provocado al inicio de la videollamada.

- Hm… - Resultó que terminó por recostarse boca abajo. Apoyando la barbilla en la mano y el codo sobre las mullidas almohadas, de repente se le ocurrió mostrarle con la mano libre “algo” a su espectador… -Esa “probadita” te va a costar. – Con esa arrogancia que de vez en cuando todavía dejaba salir a flote, sosteniéndolos a penas con dedo índice y pulgar, a la vista de sensei dejaba balancearse sus boxers. – A final de cuentas parece ser que si son negros ¿no? – Se mofó antes de arrojarlos a cualquier rincón de la cama… Estaba desnudo, ese gesto lo constataba y ahora risueño le miraba entre deseoso y realmente entretenido con esa situación tan particular de “tira y afloja”. Al estar boca abajo su sexo quedaba deliciosamente reprimido contra la cama y sus gestos no hacían por ocultar que aquella presión le gustaba. Suspiró complacido.

- ¿Recuerdas aquella ocasión en que me atrapaste leyendo cosas acerca de “Estimulación prostática”, “Sexo entre hombres” y demás cosas en internet? – Le preguntó sin mostrar que pudiera llegar a molestarle en absoluto el recordar algo que en su momento le avergonzó bastante. – Si quieres que te muestre lo que llegué a aprender esa y otras noches, deberás comprarme con algo realmente bueno… - Le retó consiguiendo cejearle con una sola de sus cejas.
Sujk Arkhelism
A veces llegaba a pensar que Leda en verdad era un demonio, sin hacer bromas en especial… Su novio siempre lograba incitarlo para hacer cosas descabelladas como las que sucedían en ese momento. Tenía su libido y su manera de desenvolverse en el sexo cuando lo tenía de frente, y aquello era distinto que hasta llegaba a desconocerse. Jamás pensó echar de menos a su novio de manera sexual, tan así que ahora se daban el lujo de verse por aquella cámara solo para mostrar sus obscenidades. La erección que tenía entre su mano decía que quería más atenciones, debía subir y bajar aquella mano como si estuviese follando a su menor, pero por fuerza de voluntad debía reprimirse de esa deliciosa experiencia para recibir lo suyo. Había dejado en claro que no avanzaría si no se le daba un poco de espectáculo.

—Puedes tomarlo como un juego, pero así es… No avanzaré en vano. — Frunció el entrecejo cuando no pudo ver a Yuuto más de lo que deseaba a través de esa pantalla, éste era un tramposo de lo peor, pues solo sus hombros lucían ante su vista. A punto estuvo de reclamar algo, cuando de pronto pudo ver lo que del otro lado había. Casi quiso arrancarse los cabellos cuando Yuuto intentó seducirlo; era tan cruel… Estaba lejos, no podía simplemente tomarlo y hacerle el amor… Se veía tan sensual y con esas facciones tan falsamente inocentes. — Son negros… — Repitió embobado como si jamás le hubiese visto desnudo.

—Recuerdo… ¿Harás que se me ponga más dura al punto de que gima tu nombre a través de la pantalla? — Y esta vez, tomando un poco de orgullo, se recargó en el respaldo de la cabecera de aquella cama, solo así permitió que su hombría se viese en su totalidad; no podía creer lo duro que estaba, pero supo disimular bien. —Quiero que me muestres… Enséñame lo que aprendiste, te compensaré con algo bueno… — Relamió sus labios, admirando cada rincón de ese cuerpo, deseando y anhelando que su menor estuviese sobre de sí para tomarlo. ¡Joder! Estaba mordiendo con fuerza su labio inferior, resistiendo las ganas por querer masturbarse frente a la pantalla para cumplir los caprichos de su sensual amante. — Necesito de ti ahora… — Sí, necesitaba de esa presencia, de ese deseo que con vehemencia añoraba sobre el lecho donde reposaba, con una gran erección a causa de todos sus pensamientos en relación con hacerle el amor a su pareja hasta quitare toda fuerza, y así… Caer rendidos ambos sobre las sábanas con ansías de devorarse la boca sin consentimiento. —Yuuto… Enséñame como te gusta que te haga el amor… — Gimió sin poder evitarlo; estaba al borde de caer sobre ese abismo.

 Yuuto Shinji
Estaban teniendo un encuentro cercano del tercer tipo… vía webcam. ¡Joder! De todas las cosas locas que creyó que podría llegar a realizar con una pareja, probablemente hacer cibersexo sería una de las que se encontraría en los últimos lugares en la lista… Pues si, Sujk hablaba acerca de si se lo estaba tomando como un juego y por un momento le pareció la opción más sensata… Tomarlo como un juego y una experiencia única de la que después se reirían y divertirían a carcajadas nada más de recordar la manera tan de adolescentes en la que se habían dejado llevar. Pero cómo carajos no hacerlo, si bastaba la más mínima insinuación para que el mayor le mirase con cara de idiota con cabeza y sexo caliente a más no poder. Si su novio supiera cuanto le enarbolaba el ego el saberle más hambriento que un perro fuera de un restaurante de cortes de carne.

Una vez desnudo y boca abajo a la vista de Sujk no pudo más que reprimir una risilla burlona ante la interrogante que el otro hacía para intentar mantener un poco de orgullo que evidentemente temía perder… En su mente se preguntó si debía ser más considerado con el otro. La respuesta fue clara y directa: No. - ¿Dura? No me hagas reír, viejo… Dura la comenzaste a tener desde el solo momento en que te insinué esta idea y ganas de desfogarte tienes desde hace un momento que te confesé que sigo haciendo de las mías a solas y… quizás te tiente más si te confirmo que la mayoría las hago por tu culpa. – Parecía ser que Sujk en verdad estaba poniendo de su parte para disimular su ansiedad, pero no podría conseguirlo ante él, no ante él que a lo largo de los meses había ido aprendiendo a descifrarle bastante bien.

Ambos necesitaban del otro, ¿qué le hacía pensar a Sujk que él no se encontraba igual de desesperado al tenerle lejos? Eso era algo que tendrían que sufrir juntos… o eso pensó hasta que la sola citación de “hacer el amor” le removió algo en el pecho. Por un momento sintió que el bombeo de su corazón se volvió doloroso y que la sonrisa burlona en su rostro se fue deformando en una mueca difícil de mantener… Incluso a modo de bromas y de chincharse el uno al otro cibernéticamente… ¿Sujk insistía en que hasta esas cosas eran para demostrarse el amor que se tenían? Le costó trabajo recomponerse de ese impacto e incluso tuvo que carraspear un poco.

-Venga ya. No te pongas tan emocional… - Negó moviendo la cabeza de lado a lado, tratando de hacer divertida la situación, esta vez con un poco más de dulzura y menor acidez de la utilizada minutos antes. – Pero si algo ocurre de este lado tendrás que compensarme una vez que llegue a casa… - Le advirtió frunciendo el entrecejo, un gesto que de inmediato desapareció para dedicarle una sonrisa cómplice preñada de afecto. No le interesó que mientras se manejaba con la portátil Sujk pudiera contemplar diferentes planos de su cuerpo completamente desnudo… no solo acomodó las almohadas perfectamente en la cabecera y colocó la portátil a los pies de la cama, sino que tuvo que poner un par de libros debajo de esta para evitar algún sobrecalentamiento del aparato y de paso colocarla a una altura considerable… el plan era que ahora que se sentaba cómodamente contra las almohadas frente a la pantalla, el otro tuviera una perfecta vista de todos sus actos mostrándole lo menos posible las expresiones de su cara. Eso si que le metería en verdaderos aprietos y le complicaría aún más la tarea de intentar dejarse llevar.

-¿Listo…? – Gimió una vez que frente a la computadora se mostró en una relajada posición de flor de loto. Era hasta ese momento que permitía que su sexo se irguiera descaradamente en la pantalla… elevó la mirada al techo y estaba seguro que así Sujk podría deleitarse con todo su cuerpo limitando sus contemplaciones hasta la altura de la barbilla. Habilidosas sus manos recorrían sus piernas desde las rodillas hasta el interior de los muslos para que ahora fueran la punta de los dedos quienes se deslizaran desordenadamente por su vientre. - ¿Listo? – Volvió a preguntar luego de tragar saliva con dificultad. Sería estúpido si él mismo no supiera como estimularse y ahora que tenía público la verdad era que algo en su interior se calentaba peligrosamente.

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