domingo, 1 de noviembre de 2015

1 de Noviembre de 2015: Tocate... para mi.

Sujk Arkhelism
Al fin había concluido con los pendientes. Después de alargar su siesta, decidió darse un baño para poder desperezarse y luego se acomodó sobre la cama para revisar que todo estuviese en orden con los proyectos de grabación que yacían en su portátil. Era cosa de buscar mínimos desperfectos, lo cual no ocurrió porque se había esmerado porque todo estuviese en orden. Así pasó un par de horas, quería asegurarse de que todo estuviese perfecto.

Su gran alivio fue que no comenzaría la semana trabajando, puesto que sería un día libre debido al largo trabajo de la noche anterior.
Por alguna razón en especial, indagando más allá de sus archivos antiguos en su portátil, había llegado a aquellos vídeos que mantenía allí con cariño… Sus antiguos proyectos con Deluhi, en una carpeta yacían todos y cada uno de os recuerdos convertidos en vídeo, así que sin más nada que hacer, pinchó en uno de ellos. Aprovechó que Leda no estaba en casa para ponerse un poco melancólico con cada una de esas películas tan llenas de recuerdos. En uno se veía el trabajo y esfuerzo detrás de la grabación de “Frontier”, vaya que había sido larga esa jornada en aquellos tiempos.

Estuvo enajenado, pasaba de ver detrás de cámaras hasta comentarios que le causaban gracia aún después de haber pasado tanto tiempo. El último detrás de cámaras que vio, o estuvo a punto de… Fue el de “HYBRID TRUTH”. Tenía bastante desde ese entonces, todos eran tan jóvenes… sus proyectos y sueños se plasmaban en su esfuerzo por querer sobrellevar a la banda más allá de lo planeado. Esos fueron sus pensamientos con tan sólo mirar la pantalla donde Juri, Leda y Aggy ponían de sí en cada una de su toma.

Pero… ¡Oh sorpresa! Lo que se avecinó fue terrible para su mente, para su maldito libido… Como si quisiese meterse a la pantalla de la portátil, estuvo viendo tan atento, tan hipnotizado… Aquella imagen debía ser un error, sí, debía ser un completo error. Era Leda, era el turno de su grabación, cuando en un apartado en solitario… comenzó su pequeño y seductor juego ante la cámara. Su menor, tan inocente, tan sensual y seguro, inició una serie de caricias que iban desde sus mejillas, siguiendo el trayecto por el cuello, acariciando éste de manera tan sutil, hasta bajar por el pecho. Los movimientos tan retorcidos de ese muchacho se quedaron grabados a fuego en su memoria… ¿Por qué jamás había reparado en Yuuto…? ¿Por qué sentía la necesidad de meterse a la ducha de agua fría cuando ya se había bañado? Juraba por todo lo que tenía, que jamás había visto ese detalle ASÍ.
Yuuto Shinji
Estaba claro que no era la mejor idea la de tomar una “corta siesta” en horas de trabajo… su dichosa siesta derivó en casi tres horas durmiendo con el trabajo parado en el escritorio mientras él se perdió por completo en el sofá de la oficina. Al despertar no solo no sabía qué idioma hablaba o en qué país vivía, sino que mucho más trabajo le costó recordar su profesión y lo que esto acarreaba: Meterse prisa para terminar los documentos que no concluyó antes de perder la consciencia y volver a casa lo antes posible. Aunque estuviese agotado no iba a arriesgarse a tener que pasar una noche más en la oficina.

Arrastrando los pies y con la maleta de trabajo pesándole al hombro, consiguió salir de ahí ya pasadas las diez de la noche para abordar un taxi. Vaya que estuvo tentado en mostrarse medianamente afectuoso para intentar convencer a sensei y que este pasara por él en el auto, pero definitivamente no sería tan cruel como para interrumpirle el descanso al baterista. Igual no demoró demasiado antes de estar frente al pórtico de su edificio.

Al entrar al departamento dejó su maleta en el lobby y Waccha le recibió como era su costumbre: Yendo a restregarse en sus piernas para llamarle la atención, se encuclilló para acariciarle el lomo, la barriga y de paso constatar que esta se encontraba pletórica todavía. – Alguien parece ser que acaba de cenar ¿eh, Waccha? – El lugar se escuchaba tan silencioso que por un momento dudó acerca de que alguien más estuviese en casa. Al reincorporarse para seguir su camino a la habitación principal fue que el fuerte y movido intro de uno de sus antiguos temas inundó brevemente la tranquilidad del pasillo. ¿Eso era “HYBRID TRUTH”? En silencio se encaminó y aún más tranquilamente abrió la puerta de sus aposentos.

Sobre la cama se encontraba sensei ya en pijama siendo a penas iluminado su rostro por la lámpara sobre la mesa de noche y la pantalla de la portátil que tenía sobre el regazo. No despegaba la mirada de esta y su cara era todo un poema… A él le parecía que miraba quizás el PV de la canción que ahora ya bien reconocía en sus oídos. - ¿Andamos melancólicos? – Intentó bromear para hacerse saber presente, pero igual siguió su camino hasta el closet. Se deshizo de la sudadera que llevaba encima y tomó una toalla para luego continuar su trayecto rumbo a la ducha. – Me daré un baño rápido, sensei… - Le avisó pese a que no estaba seguro de que ese ente humano sobre la cama le estuviese escuchando. Sin recibir respuesta ya estaba dentro del cuarto de baño deshaciéndose del resto de prendas para colocarlas en el cesto de ropa sucia.
Sujk Arkhelism
Ni siquiera se dio cuenta en qué momento había entrado su novio a departamento. Waccha no estaba a su alcance y él por su lado había repetido la misma escena unas cuantas veces sin nada de vergüenza. Veía lo que era Yuuto en ese momento y dentro suyo era una manifestación de emociones que le hacían acelerar el corazón y de pasó hacer sudar frió, porque era consciente de que esa noche, calor no hacía.

Para cuando se quiso dar cuenta, Leda ya estaba en la habitación, pero tarde fue cuando se percató que estaba viendo más allá de lo que se plasmaba en el vídeo, así que con todo el nerviosismo del mundo, casi como si quisiese que la tierra se lo tragase, cerró la portátil de golpe en cuanto su novio anunció que se iba a ir a duchar. Su reacción fue tan repentina que… No dijo nada o quiso hacerlo pero no podía. —A-ah… Bien, bien… — Repitió sus palabras y en movimientos torpes dejó la laptop sobre la cama y él trató por todos los medios de esconder su vergüenza; casi podía jurar que si seguía mirando en sus pantalones habría un gran problema con el que no quería lidiar.
Yuuto Shinji
La ducha fue realmente rápida, con agua tibia puesto que la noche le parecía inclusive calurosa, además de que para el estres de las últimas horas y hacer el mejor de los intentos para mantenerse despierto, pensaba que no le vendría mal una ducha de ese tipo. Antes siquiera imaginarlo, ya estaba cerrando el flujo del agua y tomando una toalla para secarse el cabello, para luego colocarla alrededor de la cintura. Normalmente siempre tomaba una toalla más para colocarla sobre los hombros y que el cabello no volviera a empaparle la espalda. Así fue que terminó volviendo a la habitación.

- ¿Qué tanto mirabas? ¿Buscando inspiración en el pasado? - Rara vez no conseguía interpretar los silencios de Sujk y esa era una de esas veces. De reojo le observaba por encima del hombro, mientras frente al closet trataba de buscar algún pijama que no fuese a acalorarle. En la cama ya tenía un cobertor extra y tampoco buscaba sofocarse con tanta ropa. Quizás alguna bermuda y una playera sin mangas sería buena opción se pensó con ambas prendas en una mano y mientras tanto se dedicaba a buscar en el cajón de más abajo su ropa interior. - Mañana hay día libre, deberíamos dedicarnos adelantar las firmas para los álbumes que llegaron, sensei...
Sujk Arkhelism
Ahora no quería ningún tipo de contacto... Sentía que al más mínimo roce se iría a calmar todos sus malditos deseos directo al cuarto de baño con una ducha helada. Mucho menos quería mirar a su novio, el cual comenzó a preguntarle cosas sobre las que había estado indagando hacía nada, de pronto se tensó con el tema. — Nada... Solo, uhm... Solo encontré algunas cosas... — Aún nervioso se removió sobre la cama y le dio la espalda al menor al recostarse sobre su costado. — Deberíamos... Aunque creo que haremos eso en la semana... Estamos a nada de presentar todo. — Suspiró. ¿Es que no había manera de sacar a ese joven de su mente...? Sí, a ese joven que ahora era su pareja.

Yuuto Shinji
Era oficial: Sujk se traía algo y si o si debía averiguar de qué se trataba, no iba a permitirle estar distraído una vez que iniciara la semana. Con sus ropas en mano fue a sentarse a la orilla del lado de la cama que le correspondía para quitarse de encima las toallas y comenzar a vestirse la ropa interior. - Si, haremos eso en la semana, quedan diez días para que por fin sea el lanzamiento... - Suspiró elevando la mirada al techo con aire esperanzador. Sin darse cuenta, vistiendo solo la bermuda, ya estaba soñando despierto con una sonrisa boba en los labios. Fue entonces que notó algo que tenía pendiente... Sin importarle si parecía que sensei estaba esquivándole o si no se vestía todavía la playera aquella, se tiró sobre la cama y se abrazó a sensei que le daba aún la espalda. - ¿Te he dado las gracias por todo lo que significa para mi este lanzamiento? - Le preguntó al oído y encargándose de pegarse lo más posible a la silueta de su baterista.

Sujk Arkhelism
Casi estuvo con la esperanza de que su menor se tardase en lo que trataba de enfriar su mente de todo pensamiento impuro, pero en un abrir y cerrar de ojos, Yuuto lo sorprendió. Poco a poco se iba acercando a la cama, y entre más lo sentía cerca, más tenso se ponía. De pronto, como un balde de agua fría, su novio se fue directo a abrazarlo y él respingó, empuñando sus manos por tratar de contenerse, la mandíbula se le tensó en el momento en que su guitarrista comenzó a hablarle al oído. Sentía la cercanía de ese cuerpo más y más... El tragar saliva se le hizo complicado, y cuando se dio cuenta, la boca la tenía completamente seca. —C-creo que no... — Susurró con voz titubeante, se estaba dejando en demasiada evidencia.

Yuuto Shinji
¿Eran ideas suyas o sensei estaba tenso entre sus brazos? ¿Algo le aquejaría? Bien, intentaría hacerle sentir un poco mejor antes de dormir y si en verdad no lograba nada, le dejaría en paz por lo menos hasta el día siguiente... Sin embargo, esa voz titubeante le dio un poco más que pensar. - ¿No~?- Canturreó aún en su oído, justo antes de acariciar el vestíbulo de este con la punta de la nariz. - Pues... - En esas condiciones era sencillo redibujar el contorno de esa oreja con su nariz, que su boca jugase con los aros que de esta pendían. - Gracias por estar conmigo en este camino de nuevo, sensei... - Ese sincero agradecimiento terminó haciéndolo contra la piel del cuello de Sujk y aún en silencio sus labios permanecieron acariciando suavemente el area. - ¿Vas a decirme ya qué te traes esta noche...?

Sujk Arkhelism
Debía ser fuerte consigo mismo, estaba seguro que podía hacerlo... Pero no, la verdad es que Yuuto no estaba siendo de mucha ayuda para sus malditos deseos. Tan sólo imaginarlo de nuevo paseándose esas manos tan perfectas y talentosas sobre su propio cuerpo le hacían sentir vulnerable. ¿Acaso era el poder de seducción? Maldición, era tonto pensar que aquello lo había provocado... Seguro si le decía a su novio, se burlaría en su cara. —Yuuto... — No pudo más, estaba respirando demasiado rápido, el pecho parecía jugarle mal porque subía y bajaba de manera agresiva y con tan pocas atenciones de su menor. —Deja de hacer eso... — Le pidió, haciendo un esfuerzo sobrehumano por no lanzarse sobre su guitarrista. —No... — Tragó saliva. — no me traigo nada...

Yuuto Shinji
Ni siquiera le correspondía a su agradecimiento, pero se hacía una idea de que ganas no le faltaban pero que en tales condiciones le estaba complicando un poco la existencia, lo cual le hizo sonreirse a si mismo con un deje de arrogancia. - ¿En serio quieres que me detenga, Sujk-kun...? - Y se detuvo, apoyando ahora la frente entre los omoplatos de su pareja, suspirando contra la piel... abandonándose a la labor de depositar un par de besos en la línea media de esa ancha espalda. - Te pones a ver PV antiguos, me esquivas la mirada desde que llegué y a penas y me contestas... - Sus manos se deslizaron por los costados de Sujk y terminó por apoyarlas contra la piel ajena. Acabó apoyando la frente sobre uno de esos hombros a su alcance. - Es nuestro primer fin de semana largo en mucho tiempo y me estas evitando, viejo...

Sujk Arkhelism
“¿En serio quieres que me detenga, Sujk-kun...?” Esa preguntaba le sonaba… ¡Pero claro! Él solía utilizarla cuando trataba de incitar a su menor más allá de un encuentro apasionado o sensual… Claro que no quería que se detuviese, Yuuto era peligroso, pero uno de esos peligros por los cuales decidía arriesgarse sin pensarlo dos veces. Aquellos besos, caricias, y las ganas incesantes de su menor por hacerlo sentir a gusto, terminaron por desarmarlo… Empuñó aun más las manos, y armándose de valor, suspiró largamente. — Si te pido que te acaricies así para mí… ¿Lo harías…? —Era confusa su pregunta, pero el otro quería saber, ¿no? —No solamente estuve viendo pvs antiguos… La manera en que te acariciabas como si alguien te hiciese el amor en Hybrid Truth, me dejó excitado… — Cerró los ojos; había confesado. —Por eso te evito…

Yuuto Shinji

El suspiro de Sujk le sonó liberador y fue evidente que bajo sus manos el cuerpo del otro terminó por relajarse. Y pese a su iniciativa, fue curioso el hecho de que lo que le pedía le había dejado marcando ocupado. ¿Acariciarse para... él? se preguntó internamente... En esa posición no podía ver la expresión con la que sensei le pedía aquello, pero entonces llegaron las explicaciones y fue que entendió la razón de la cara de circunstancias que sensei tenía nada más puso un pie en la habitación. Dejó en paz su espalda y se tiró en su sitio en la cama, de cara al techo. - Lo haría. - Respondió resuelto. - Puedo hacerlo. - Agregó para convencerse a si, puesto que sería la primera vez que haría algo así para complacer a alguien más que no fuera él mismo. - Pero si de verdad termino calentándome a mi mismo... ¿quién va a hacerse cargo? - Le insinuó sonriendole al techo, esperando el momento en que sensei se animase a darle la cara de una buena vez.

Sujk Arkhelism
Una vez que Yuuto pudo acomodarse sobre la cama, él hizo lo mismo. Estaba más aliviado, pero aún así no dejaba de pensar en su menor. Pensó por todos los medios que Yuuto le iba a negar lo que había pedido, conocía su nivel de orgullo y por eso, cuando éste terminó por aceptar y ceder tan fácilmente, terminó sentado sobre la cama y miró al otro incrédulo. ¿Estaba hablando en serio…? —Sabes que yo puedo hacerme cargo de todo… No hay nadie más que lo haga… — Sonrió con complicidad. Estaban abordando el tema como si fuese lo más normal. —Pero luego no me culpes de nada…

Yuuto Shinji
Sujk terminó sentándose sobre el cubrecama, mirándole incrédulo. - No me mires así... - Le pidió mientras cruzaba los brazos por debajo de su cabeza. - No es como si estuviera humillándome o algo por el estilo, si consigo complacerte engrandezco mi ego también. Hacerte sentir bien, me hace sentir bien a mi también, ¿no es así como debe funcionar esto? - Él quería pensar que era así. La sonrisa cómplice que Sujk le dedicó le espoleó un repentino deseo por intentar hacerlo lo mejor posible, esa clase de deseo que hasta ahora pensaba tener únicamente con cosas relacionadas con el trabajo.

- Y entonces... - Desvió la mirada, enfocándola en la almohada que tenía a un lado, bajo la cabeza sus dedos se revolvían nerviosos. - ¿Cómo se supone que quieres que me haga el amor a mi mismo? - Joder, las cosas eran un poco más difíciles de lo que pensaba. No pudo evitar enrojecer por completo... de pronto se sentía un tanto cohibido de estar ahí vistiendo solo la bermuda y con el pecho desnudo. Esto resultaría ser un reto hasta para si mismo... y a cada reto siempre le hacía frente. - ¿Quieres que me toque pensando en ti...? - Le miró de reojo, costandole bastante no volver a mirar en otra dirección.

Sujk Arkhelism
— Es que... Me impresionas. — Sonrió de gusto al escuchar a su guitarrista decir todas esas cosas que tenían que ver no solo con él, si no también con crecer en la relación en cuando a ese ámbito. — Esto debe ser mutuo... Eso lo sé... — Sin molestarlo ni nada que se le pareciese, se quedó observando minuciosamente a su novio.

Yuuto le tomó con la guardia baja cuando comenzó a preguntarle esa clase de cosas... No tenía idea de cómo guiarlo. Sentía la mirada de su menor presionar contra la suya para dar respuesta. — Quiero eso... Que te toques pensando que son mis manos... — Tomó la muñeca de su menor y guió esta hasta el rostro de éste y la deslizó lentamente, soltándola de inmediato con tacto. — Imagina que son mis manos quienes ansiosas se mueren por recorrerte... — susurró.

Yuuto Shinji

No era para nada impresionable lo que estaba por hacer frente a los ojos de su pareja, pero vaya que mutuo si que era. Inspiró profundo y casi dolorosamente dejó escapar el aire de sus pulmones, sensei demoró un poco en responderle, pero aún así le dio la respuesta que después de todo estaba esperando. En silencio observó como era que le tomaba de la mano... ahora su cabeza se apoyaba en un solo brazo, pues Sujk le colocaba la mano sobre el rostro... De pronto se dio cuenta de que durante ese breve proceso no había podido romper contacto visual con el baterista.

- ¿Eso quieres...? - Sonrió quizás con algo de ternura. ¿Imaginar que eran esas manos las que le recorrían? Eso eran tan fácil de hacer... aún cuando no tuviera el valor de confesarlo, eran muchas las noches que soñaba con esas manos... extrapolarlo fuera de sus sueños no debía ser tan complicado. - Entonces creo que te haz equivocado en colocar aquí mi mano... - Le aclaró hablándole con un tono muy bajo, casi con dulzura. Despacio fueron ahora ambas manos las que llevó hasta la orilla de aquella floja bermuda... Mirándole fijo le incitó a que observase sus movimientos. Las yemas de sus dedos se enterraron en sus muslos por encima de la tela... Conocía tanto a su baterista como para saberle el fetiche que tenía con sus piernas.

- Permiteme entonces cerrar los ojos para imaginarlo y... - Así lo hizo, mientras con lentitud sus dedos tiraban suave de la tela para exponer algo más de piel, cerró los ojos y rió nervioso. - ... y de paso sentir un poco menos de vergüenza. - Mordiendo un poco el labio inferior se concentró en tirar más de la tela, en que por completo la palma de sus manos palpase esa calidez de la cara interna de sus muslos a la que hasta ahora quizás no había puesto atención. Esa calidez que se acrecentaba conforme sus manos iban en ascenso.

Sujk Arkhelism
Aún sentado, se dio el lujo de acomodarse como si fuese a ver alguna clase de película… Pero la realidad era que sí, estaba a punto de presenciar un espectáculo tan sensual que seguramente no olvidaría aunque quisiese. Su guitarrista parecía estar en total calma, seguro de sí mismo con lo que se avecinaba.

Era difícil tratar de contenerse y de dejar de tener ese típico cosquilleo en su bajo vientre luego de pasar semanas, quizá meses, sin ningún contacto sexual con Yuuto. Siguió todos los movimientos del menor cuando comenzó con aquella labor, pero jamás pensó que iría a atacarlo con uno de sus fetiches; las piernas… Joder, esas rollizas y perfectas piernas que se meneaban al son de sus movimientos desenfrenados cuando le hacía el amor con tanta pasión. Eso era un golpe terriblemente bajo, así que no tardó tiempo en reaccionar, pues ya estaba mordiendo su labio inferior y empuñaba las sábanas con una de sus manos…

Las miradas se perdieron en cuanto Yuuto comenzó a acariciarse completamente… A enterrar esas yemas sobre su cuerpo, haciendo como si nadie lo estuviese observando. —¿Es así cómo te gusta que te toque…? — Inquirió, repasando con sus ojos la perfección de ese cuerpo, las líneas que le delineaban de manera estupenda, y aquella curvatura de su espalda que se combinaba con la delgadez de su cintura. A veces se ponía a pensar que, esa parte de su anatomía no era real. Su novio era tan delgado y liviano que le era fácil manipularlo cuando le hacía el amor… Le encantaba. Y estaba seguro que encantado se encontraba con lo que estaba viendo.

Yuuto Shinji
No le bastó simplemente colar las manos entre los pliegues de la bermuda aquella; si Sujk permanecía en silencio podía hacer como que en realidad se encontraba a solas dedicándose todos esos cariños. No sería la primera vez que lo hiciera... Por los costados las manos ascendieron hasta alcanzar el elastico de esa prenda que iba a servir como pijama esa noche, despacio tiró hacia abajo hasta conseguir deshacerse de ella. Recordaba haber tomado unos boxers negros para vestirse luego de la ducha... no pudo evitar sonreír al imaginar la cara de su novio al constatar el color, pero pronto el pudor le embargó al elucubrar en los posibles pensamientos de Sujk si se daba cuenta de que quizás aún no se endurecía, pero comenzaba a sentirse húmedo y eso pronto se reflejaría en ese ahora odioso color negro.

La pregunta de sensei le tomó por sorpresa justo cuando decidió hacer uso de las uñas para intensificar las sensaciones en los ya desnudos muslos. - A mi me gusta como quiera que desees tocarme... - Respondió haciendo su mejor esfuerzo para disipar de su mente el hecho de que en esta ocasión tenía público. En movimientos circulares las yemas de sus dedos se fueron directo a acariciarse el vientre, alrededor del ombligo y eso fue suficiente para que una corriente eléctrica le recorriese de pies a cabeza, haciendo que se retorciera revolviendo el cubrecama bajo su cuerpo. - Si son tus manos no importa en "donde" quieras meterlas... - Le insinuó en un arranque de descaro.

Sujk Arkhelism
De una cosa estaba seguro, se estaba poniendo duro. Había estado aguantándose mucho rato, desde que había visto la sensualidad natural de su menor en aquel vídeo, nada le hubiese costado masturbarse mientras el otro no estaba, pero ahora lo tenía a su merced. ¡Por dios! Estaba ante sus ojos, acariciándose y recociéndose de la manera más sensual. No iba a desaprovechar lo que estaba servido en bandeja de plata.

No estaba dispuesto a esperar, no cuando la bermuda de su novio ya estaba más abajo, tan solo estaba con el bóxer puesto. La cama era fiel compañera de quien ahora se deshacía bajo las caricias superficiales de las sábanas, esas uñas se encarnaban en esos muslos que con esos surcos rojizos le invitaban a tomar posesión del cuerpo en cuestión. —Suficiente… — Murmuró y sin aviso, pudo colarse entre las piernas de su amante, aquel que esperaba ansioso por sus manos. No tardó nada en poner cada palma de sus manos sobre los muslos de su menor. — Eres tan jodidamente sensual… Soy débil ante ti… — Susurró una vez que estuvo cerca del rostro ajeno. — Soy completamente tuyo…

Yuuto Shinji

¿Suficiente? Repitió aquello en su mente justo cuando ambas manos estaban por subir por su torso. La conocida sensación de percibir a Sujk en medio de sus piernas fue increíblemente excitante... ¡Carajo! Que le echaba tanto de menos... Solo así, con esas manos con las que cada noche fantaseaba sobre sus piernas, fue que pudo darse cuenta realmente de que... - Y tú no sabes cuanto echaba de menos que sucumbieras por mi causa... - Jadeó abriendo por fin los ojos, suspirando aliviado ante lo que sabía dolería pero que tanto ansiaba.

De uno de sus muslos tomó una de las manos de Sujk y llevó el dorso de esta hasta sus labios... le besó sin romper el contacto visual ahora que por fin la pequeña fantasía se rompía para dejarle en claro que el Sujk real se haría con él. En silencio llevó lentamente esos dedos más abajo, deslizándose por su torso desnudo, perdiéndose en el interior de sus piernas... aún más abajo, debajo de su sexo y por encima de la tela negra de la única prenda que vestía... Ansioso, le invitó a que tocase ese ceñido esfínter todavía resguardado por la ropa interior. - Fantasía o no, también me gusta que toque ahí mi pareja... - Confesó anhelante.

Sujk Arkhelism
No sabía si era por la excitación del momento, o quizás las ganas inmensas que tenía por hacer suyo al menor una vez más, pero todo se estaba dando de manera muy pronta. Otras veces tenían tiempo de contemplarse, de acariciarse y de besarse delicadamente que por esta ocasión todo fue distinto y le gustaba. Con Yuuto todo le gustaba y más por el hecho de que sus encuentros no eran en sí repetitivos; de hecho, rara la vez que hacían el amor en la cama como ahora.

Una de sus manos le fue arrebata a causa de que su novio la fue guiando hasta esos labios, le contempló y se dejó besar, sintiendo en el pecho la calidez de esos sentimientos que ambos se profesaban sin tener la necesidad de decirlo. Las yemas de sus dedos recorrían la piel desnuda y fresca de guitarrista, quien era el que le guiaba. Cuando llegó al interior del muslo ajeno, le apretó y más al sentir la dura entrepierna de éste; sus dedos, que hábiles fueron adentrándose por otro camino, se detuvieron hasta llegar a esa parte donde ansiaba profanarle una vez más. —Me gusta saber en dónde es que te gusta que mis manos reparen en ti… — Con deseo le profesó esas palabras y entonces, no se hizo esperar, pues fue jalando la ropa interior de su menor hasta descubrirle las nalgas, quedando estas sobre las sábanas revueltas. Entre ese surco bien marcado, paseo dos de sus dedos y acarició la ceñida entrada de Yuuto, haciendo el amago de querer hundir ambas falanges a su antojo. — Yuuto... también me gusta sentir tus manos en mi cuerpo... — Y con esa última confesión, uno de sus dedos se abrió paso.
Yuuto Shinji
Lo necesitaba así. Lo necesitaba con todas sus fuerzas... Ansiaba perderse en sus brazos, en sus caricias y besos. Que el dolor mezclado con el placer y la euforia de volver a saberse suyo le hiciera olvidarse de cualquier presión, de toda preocupación. Aquellas manos se aventuraron a desnudarle por completo y entonces como si de un cohete se tratase... de su cabeza salieron expulsados el lanzamiento próximo del álbum, los recientes encontronazo con su madre, las pasadas discusiones con Sujk... todo se esfumó y nada más importaba más allá de ese par de dedos que con cuidado se hacían la invitación para adentrarse en él. - Y ellas necesitan recordar lo que es tocarte... - Le aseguró sonriendo. El gesto se le descompuso en cuanto percibió la primera intromisión y aunque la sonrisa se le tornó forzada y pensó en lo aceleradas que iban las cosas esa noche, tuvo que admitir que no podían ocurrir de otra manera... Ellos nunca planeaban las cosas, ni mucho menos el ritmo o velocidad de los acontecimientos, simplemente se dejaban llevar.

- No esta doliendo tanto como pensé... - En si la situación de momento solo provocaba incomodidad, pero como asegurase antes... necesitaba contacto e intentar despojar a Sujk de la playera de su pijama era un paso importante para ello, no importaba si con eso dejaba de estimularle por unos segundos. Nada más le tuvo medio desnudo y aferró las manos a los fuertes hombros del baterista... Podía estar yendo rápido y aún así no comprendía por qué tenía la impresión de que observaba a su pareja con el mayor embelesamiento que nunca antes hubiese tenido por él. - Casi todas las noches fantaseo con tus manos en mi cuerpo, Sujk... - Le aseguró. Sus dedos pulgares acariciaban la piel que tocaban... su cara de vez en cuando fruncía el entrecejo con incomodidad, pero su boca parecía no querer parar de decir lo que por semanas llevaba conteniendo. - No es lo mismo si no son ellas las que me hacen el amor...

Sujk Arkhelism
—¿Casi…? ¿Estás seguro que casi todas las noches, perverso…? — Sonrió una vez que su camiseta le fue arrebatada de su cuerpo, ahora estaba a medio vestir, con el rostro tan cercano al de su menor; ambos profesando sus fantasías como si se tratase de una charla de lo más común. —Tú… —Su aliento rozó contra los rebordes de los labios ajenos y suspiró como un enamorado. —Tú apareces todos los días en mi cabeza, hay días que no puedo más y ansío hacerte el amor, pero me conformo con manchar mi mano pensándote cada noche… —Jadeante, se fue directamente a atacar los labios del otro, ¿hacía cuantos días que no se besaban también? Se limitaban bastante, pero no era impedimento para comerse los labios cuando tenían la oportunidad.

El dedo que estaba al interior de su menor, se fue hundiendo más y más, no era suficiente con eso lo sabía… Su entrepierna no se comparaba, pero tampoco lo quería lastimar pese a sus deseos tan fuertes por el otro. Poco a poco fue sacado su dedo y al termino de su fugaz beso, se apartó del menor y terminó por deslizar el bóxer por esas piernas hasta botarlo en algún lugar de la habitación. Hincado estaba sobre la cama, Yuuto acostado sobre esta; no se le hizo difícil tomarlo por la cintura para poder sentarlo, luego de eso, fue ladeando el cuerpo de este hasta dejarlo apoyado sobre su costado. —Dime… — Susurró al oído del menor tras haberse acercado. — ¿Te gustaría sentir la humedad de mi lengua…?

Yuuto Shinji
Frente a los ansiosos suspiros del otro se sorprendió a si mismo mirando a Sujk a los ojos y a los labios de este alternadamente. Iba a besarle, eso podía apostarlo. - Estoy seguro... - Si algo le gustaba de la intimidad con sensei era el hecho de que de alguna manera ambos daban ese paso para poder desinhibirse juntos sin problemas. Hablándose directa y descaradamente mientras las caricias y besos se tornaban más bien dulces. - Ensucias mi imagen con tus guarradas, Sujk-kun... ¿es eso? - Al fin profanaron sus labios y con hambruna le correspondió a ese beso que no se profundizó demasiado... no era un requerimiento, de momento bastaba con simplemente calarle la boca. Ya habría tiempo suficiente como para que probasen cada centímetro de piel si lo deseaban.

Al separarse sus bocas, también cierto punto que las falanges de sensei atendía fue abandonado, dejando la sensibilidad a flor de piel en ese sitio... Entre que escocía y la dilatación se mezclaban, pensó en que no veía el momento en que Sujk continuase hasta que de pronto se vio sentado frente a Sujk y este hablándole al oído. - ¿Te refieres a...? - Dejó sus palabras a medias, sabía perfecto a lo que su baterista se refería. Apoyó la frente en la del otro y le miró fijamente antes de dedicarle un brevisimo beso de esquimal. - Hace mucho no lo haces así... creo que me gustaría. - ¿Qué no era que llevaban prisa? Otra vez estaban tomándose su tiempo para hacer las cosas con la parsimonia que tuvieran que hacerse.

Sujk Arkhelism
Lo que más disfrutaba de estar con Yuuto en la intimidad, eran los besos que llegaban a darse en repetidas ocasiones, fuese uno pasional, uno fugaz o quizás uno manchado por la lujuria de sus deseos… Todos y cada uno de esos besos eran sus preferidos, porque la boca de Yuuto le dictaba que podía seguir adelante sin ningún recato.

El otro no sabía como es que le encendía cuando lo llamaba de una manera en especial dentro del sexo. Arranques como “Sensei” y “Sujk-kun” lo hacían parecer un hombre de lo más abusador, se notaban los años de diferencia y eso lo excitaba; que Yuuto fuese menor y que le hablase con ese roce de inocencia en cada una de sus palabras le hacían caer en un abismo de deseos en donde la caída era interminable. Le hablaba al oído, jadeante y pasional como jamás antes. La mano que antes estuviese cerca del trasero ajeno, ahora recorría la espalda de su menor, delineando aquella perfecta curvatura en ésta. Sus frentes quedaron juntas hasta que el otro comenzó con el beso esquimal y eso lo desarmó completamente… —Entonces… Permite que lo haga… — Con ello, a base de caricias en la espalda baja del otro, quiso incitarlo para que se acomodase para comenzar con su labor. Esto era nuevo dentro del sexo entre ellos, jamás se habían puesto a charlar acerca de sus deseos que internamente les destrozaban, en silencio y egoístamente. Esta vez fue diferente.

 Yuuto Shinji
Se vio en la necesidad de tragar saliva copiosamente... Podían pasar semanas, meses y, quién sabe, quizás años, y Sujk jamás olvidaría cuanto era que le provocaba el que acariciara su espalda... la parte baja de esta que terminaba yendo a perderse ahí en donde justamente la espalda perdía su nombre. Aquello era que en realidad había venido a descubrir con su pareja. - Permiso concedido. - Accedió riendo divertido, alcanzando a morderle a penas la barbilla para alejarse a penas un poco dándole la espalda... Solo en la privacidad que le daba el no tener que darle la cara fue que se dio cuenta de lo bochornoso que resultaba el estar mostrándose tan... desinhibido esa noche. ¿Acaso eran los resultados de encontrarse en medio de una obligada abstinencia sexual?

El corazón parecía estar arrítmico en su pecho, el labio inferior le temblaba. - ¿Te burlarías si confieso que de repente me ha entrado la vergüenza? - No se atrevió a mirarle más a la cara. Con cuidado se recostó boca abajo en el espacio que le correspondía en la cama, pero antes de enterrar el rostro en ningún lado, fue que tomó la almohada de Sujk para colocarla sobre la suya y abrazarla casi con la misma fuerza con la que lo hacía cuando el mayor no volvía a casa. Flexionó un poco las rodillas hasta poder llevarlas a la altura de su vientre... ¡Joder! ¿En serio estaba a punto de hacer por voluntad propia lo que...? - ¿O te parece mejor de alguna otra manera? - Quizo saber una vez que de cara a la almohada, con la espalda arqueada terminó elevando a una altura considerable aquello que tanto pugnaba por ser atendido por la boca de su pareja... Si, le ardía la cara de vergüenza, pero en si todo el calor de su cuerpo parecía estarle consumiendo. Estaba haciendo su mejor esfuerzo por tomarselo nuevamente con toda naturalidad.

 Sujk Arkhelism
Parecían como dos adolescentes que estaban en su primer encuentro sexual y se daban indicaciones de cómo hacer las cosas por la complacencia de ambos. No perdió de vista todo movimiento de su novio, incluso se apartó, permitiéndole ver a la perfección ese cuerpo que tanto le gustaba y admiraba a veces en secreto.

Aquella pregunta que Yuuto formuló, le hizo sonreír. —No, claro que no lo haría. — Y no estaba en condiciones de comenzar a molestarle, cuando después de tanto tiempo en abstinencia, tenía la oportunidad de encamarse con el menor. No era tonto, no quería echar todo a perder, además, para todo había y existía el momento. Molestarlo no estaba en sus planes. Enajenado terminó sobre la cama, veía a Yuuto hacerse en la cama, poniéndose en una posición de lo más atrevida, pero que incrementó algo entre sus piernas… Sentía como poco a poco el espacio en sus pantalones ya no era suficiente. Tomó el elástico del pantalón de su pijama y lo bajó hasta deshacerse de él; había una erección bajo su ropa interior, la cual terminó por quitar. Debía estar en las mismas condiciones, debía sentir la piel del otro fundirse con la suya. Ante aquel espectáculo que Yuuto ahora le daba, gateó sobre la cama hasta posarse detrás de su menor, sus manos hicieron lo suyo, acariciando y estrujando la carne entre éstas de una forma desesperada. —Me estás volviendo loco… —Hincado sobre la cama inclinó su cuerpo, y con ambas palmas sobre las nalgas ajenas, su rostro estuvo a la altura de estas y comenzó a mimar la derecha con unos cuantos besos… Esa piel era tan suave, tan lívida… Tan excitante.

 Yuuto Shinji
Sujk estaba tomándose su tiempo para hacer lo que fuese que planeaba hacer. Curioso terminó por mirar por encima del hombro... El baterista se encargaba ahora de quedar tan desnudo como ahora él se mostraba y algo en su interior espoleó aún más el deseo, le vio gatear hacía él y no pudo evitar relamerse los labios, más que como una insinuación se trataba de algo que le nacía hacer por simple instinto... De alguna manera debía exteriorizar el hecho de que la razón de su deseo se acercaba sin cautela alguna. - No tan loco como estoy yo ahora mismo... - Le aseguró negando con la cabeza. - Solo perdiendo la cordura me vería haciendo estas... - Sus palabras se vieron interrumpidas al sentir el primer beso contra la piel más tierna de la que ahora se adueñaba su pareja.

Ese pequeño preludio le obligó a volver a enterrar la cara contra la almohada... La mordería si hacía falta, no era posible que con solo eso consiguiera no solo hacerle estremecer de pies a cabeza, sino que de manera instintiva arrojó las caderas hacía atrás, la espalda se arqueó en un angulo que bajo otras circunstancias le parecería imposible. - Ngh... - Si, tuvo que hincarle los dientes a la mullida almohads, de paso también las uñas... - Di-dijiste algo de tu lengua... - Le recordó, aún cuando sabía que bien podría meterse en un problema aún mayor que al que se enfrentaba en ese momento.

 Sujk Arkhelism

Con una de las rodillas donde se encontraba apoyado al estar hincado sobre la cama, separó las piernas de su novio de manera repentina. El pecho del menor se enterró más sobre el acolchonado ante ese movimiento, y con ello, las nalgas que estaban expuestas para él, se separaron aún más, dejando una bella vista de lo que era aquella ceñida entrada, aquella que parecía tan virginal cuando no lo era, todo a consecuencia de sus pocos encuentros sexuales.

Sus manos dejaban marcas en la piel de su novio, y se dedicaba a besar poco a poco todo lo que tenía a su paso. Yuuto se estaba deshaciendo en la cama, gemía y enterraba su rostro entre las almohadas en un intento desesperado por escapar de sus atenciones. —Tranquilo… — Un beso húmedo en forma de succión llegó al glúteo izquierdo del otro. — No comas ansias… — Jadeó contra esa piel y delineando con la punta de su nariz la marca que había hecho hacía nada, su lengua se asomó. Sus manos recorrieron más las nalgas ajenas, hasta sostenerlas firmes y con ello, pudo separarlas mejor; morosamente y sin prisas la punta de su húmeda lengua tocó la ceñida entrada de su pareja…

 Yuuto Shinji
¿Cuánto más era que deseaba torturarle? ¿Que no comiera ansias? ¿Era en serio? - Son... - Alcanzó a jadear con voz rasposa, a penas ladeando un poco el rostro como para que sus palabras se pudieran dejar escuchar aún en medio de su entrecortada respiración. - Son las ansias... las que me comen a mi... - No iba a aguantar demasiado, se conocía perfecto y mejor aún se conocía a manos de Sujk. Si bien este siempre conseguía sorprenderle en cada encuentro, era bien cierto que se sabía débil en cuanto al baterista se refería. Fue entonces que descubrió que esa nariz no servía únicamente para dar melosos besos de esquimal cuando intentaba contentarle luego de hacerle enfadar...

Sujk le sostuvo con ambas manos y le parecieron evidentes sus intenciones. Estar ante la incertidumbre de no saber en qué momento acometería en su contra era terrible. Esa lengua caliente y mojada se dejó sentir en ese vestíbulo que desesperadamente le deseaba. - Ah... tú... sensei... - No estaba seguro de que Sujk pudiera escucharle, la garganta se le cerraba. ¿Y qué si estaba quedando como un estúpido adolescente disfrutando de las primeras mieles de la sexualidad? - Vamos... más... - Nuevamente ofreció sus caderas un poco más arriba, aunque esta vez terminó yendo un poco más lejos: Con una mano se aferró aún a la almohada, la otra debía ir a comprobar algo... esta terminó yendo a parar en su propia entrepierna, la cual estaba en las condiciones que se esperaba... Húmeda y dolorosamente endurecida. Entre que la maravillosa lengua de Sujk hacía de las suyas y el solo contacto con su sexo que le hizo estremecer, terminó por envolverlo en su mano... Si, estaba tocándose, era imposible no terminar por sucumbir con tanto estimulo físico y emocional por parte de su pareja.

 Sujk Arkhelism

Era evidente que entre los dos había una conexión increíble en cuanto entraban en el ámbito sexual. Era fácil ceder para Yuuto y también para él, no había orgullo de por medio y las cosas se daban más naturalmente. Lo maravilloso de envolverse en un ambiente de adrenalina era la pasión que su cuerpo emanaba en cada contacto con el contrario, por mínimo que este fuese.

Al parecer, Yuuto no era el único que se encontraba duro, su entrepierna dolía y con ello clamaba atención; no podía hacer nada al respecto cono ese problema porque atendía a su menor, y no es que se estuviese quejando pero la espera era un reto de por medio, porque luego de ello sabía que su hombría se llevaba la mejor parte de ese encuentro. —Yuuto… — Jadeó y dejó que su aliento chocase contra el surco bien marcado que dividía esas nalgas. Una vez más, se permitió tocar e hincar su músculo hasta humedecer la zona donde pensaba profanar futuramente. —Estás tan apretado… — Sonrió ladino luego de dejar en claro sus palabras, con un toque de arrogancia pero con un toque de goce en éstas al estarle lubricando tan naturalmente. Su lengua, quien seguía lamiendo la ceñida entrada del guitarrista, comenzó a retorcerse y a dibujar círculos imaginarios en ésta. Sin más y yéndose a los extremos, se vio en la tarea de dar un par de succiones, sus labios eran la mejor arma en esas situaciones, su boca yacía húmeda contra el trasero de su novio.

 Yuuto Shinji
No... Si comenzaba a gemir su nombre de tal manera, era seguro que le haría llegar a un orgasmo prematuro sin siquiera sentirle dentro todavía. Todavía no conseguía manejar bien eso de las emociones y lo que su cuerpo sentía, por si fuera poco era como si Sujk estuviese bien consciente de aquello. El movimiento de su mano continuaba... poco importaba que sensei estuviera al tanto de que estaba masturbándose por su causa, el comentario subido de tono le hizo sonreír discretamente aún en medio de esa algarabía sexual. ¿Qué estaba apretado? - Tonto... - Rió cansado, levantando el rostro para mirarle por encima del hombro. - ¿Debo recordarte... de quién es la culpa? - Le mofó de la situación tristemente no sexual que habían estado compartiendo en los últimos meses. - No me haz... cumplido recientemente. - Bien, era demasiado, si continuaba tocándose su final estaría más cerca de lo que podría desear...

De pronto se dejó caer sobre la cama, nuevamente de espaldas y de cara a ese maldito hombre que hincado continuaba frente a él. Colocó una pierna a cada lado de la cintura de Sujk y en silencio le invitó a que dejase de refrenar los deseos que le acometía por hacerle suyo una vez más. Buscó ese par de "ojos adormilados" y llenos de tranquilidad que tanto le gustaban, le tomó por un antebrazo y tiró de él obligándole a recostarse sobre su pecho y cuando tuvo esos labios tan cerca de los suyos fue que comenzó a hacer una acariciadora petición: - Aunque duela... mejor que me rompas ahora a que lo hagas dentro de diez días previo al lanzamiento del álbum, viejo... - Y enterrando ambas manos en esos largos cabellos fue que hundió sus labios en los ajenos, mientras más abajo elevaba las caderas obligando así a que sus sexos se apretasen entre el vientre de ambos.

 Sujk Arkhelism

¿Qué no le había cumplido? Ganas eran las que quedaban de sobra la veces en que podían acariciarse superficialmente antes de dormir, luego de darse un beso. No era su intención no cumplir, era la situación del trabajo lo que no le permitía tener una vida sexual más constante con su novio. —Ahora me echas la culpa… — Murmuró con una risilla de por medio. —Pero… Acá entre nos… Me encanta que estés tan apretado… — Esa era la realidad, el placer era mejor de lo esperado cuando dejaba pasar algo de tiempo; la presión era lo que le volvía loco y le hacía sacar tanto deseo.

Yuuto logró liberarse de su húmedo contacto, pues cuando menos lo esperó, éste ya estaba acostado en la cama y con las piernas le incitó a acercarse hasta que sus entrepiernas quedaron lo suficientemente juntas, el gesto de sus facciones se descompuso al sentir lo duro de la hombría ajena. Sus miradas se buscaron así hasta que pudieron perderse y no hubo más vida en ese mundo que no fueran ellos, solamente ellos con deseos a flor de piel, clamando la atención del uno hacía el otro con roces y caricias simples. —Eres terrible… — Sonrió una vez que esas palabras salieron de la boca de Yuuto. Sus labios no tuvieron oportunidad de nada, más que de corresponder al beso que su guitarrista le dedicaba de aquella manera sonora y especial. Sus ojos se cerraron y sus manos pasaron a acariciar toda piel de costado que tenía expuesta su novio. —Mnhn… — Gimió dentro del beso, haciendo movimientos de vaivén para que sus sexos pudiesen generar contacto entre sí. Luego de unos minutos, se detuvo, no con los besos, la boca de Yuuto era maravillosa como para dejar de besarlo. Echó sus caderas hacia atrás haciendo un pequeño espacio para que pudiese tomar su hombría y poder dirigirla hacían el surco que dividía las nalgas ajenas. No iba a poder más, quería sentirlo.

 Yuuto Shinji

Y acá entre nos a él le encantaba verle tan apasionado luego de tanto tiempo sin poder hacer nada más allá de compartir besos fugaces y caricias discretas por encima de la ropa. Acá entre nos no existía nada mejor que convertir sus sueños sexuales en una realidad luego de anhelarlo durante las semanas anteriores que, sin darse cuenta, terminaron convirtiéndose en meses enteros. - Ya lo sé... soy terrible... - Admitió antes de encargarse de que los gemidos de ambos se perdieran en la boca del otro. Antes de comenzar a retorcerse entre esas fuertes manos que se hacía con la piel de sus costados.

Los besos no se detenían, a penas y conseguía separar sus bocas lo suficiente como para tomar las bocanadas de oxígeno que los pulmones le exigían, pero nuevamente volvían a comer con hambruna. Todo eso no fue suficiente como para hacer que se distrajera de lo que más abajo acontecía. No podría jamás ignorar el vaíven en el que ahora eran participes para seguir estimulándose a la par... Estar tan al pendiente del movimiento de sus caderas hizo que de inmediato se percatase de que en ello ya no participaba sensei... ¿A donde era que había ido a parar el sexo de este? No demoró en encontrarlo rebuscando entre sus piernas... Le enloquecía la manera en que el glande a tientas llegaba hasta rozar la piel de sus nalgas, intentando buscarse espacio entre aquel ceñido lugar que seguro podría más de una barrera para permitirle el paso. - Hazlo... Por favor, hazlo... - Interrumpió los besos para hablarle contra la piel de la garganta. Estaba al borde, sabía que no aguantaría demasiado con ese desenfrenado ritmo al amarse. - No me dejes... así. - Permaneció abrazado al cuello de Sujk. - Recuerdame como se siente cuando me tomas... - Mordisqueó ahora la piel de uno de los fuertes hombros.

 Sujk Arkhelism
Suplicios que le sabían a gloria, sensaciones donde su cuerpo se volvía vulnerable ante todo roce de piel a piel que tenía con su ahora amante que se encontraba bajo su cuerpo, ardiendo apasionadamente y quemándose a la par… Era tan indescriptible la sensación de estar haciendo el amor de esa manera. Siempre había un arrebato en su cuerpo a causa de cómo es que Yuuto se desenvolvía en la cama, de cómo se mostraba en esos momentos donde los dos estaban ebrios de sexo.

Era de locos dejar esperando al otro, dejarse esperando también. Ambos sabían que no podían ponerse demandantes ni mucho menos arrogantes; la mirada cargada en deseo de su guitarrista le dictaba todo, hasta la manera de hablar y de cómo le estimulaba la piel de su cuello, incluso de la mordida en su hombro. — Muérdeme más… — Sí, jamás pedía cosas como esas, y no dejaba en claro lo mucho que Yuuto le mordía o le maltrataba la espalda cuando le profanaba y ambos se compactaban tan perfectamente. — Hazlo… — También suplicó, jadeó y poco a poco, su mano fue guiando a su hombría hasta que la punta pudo escurrirse perfectamente hasta la ceñida entrada del otro debido a la saliva que yacía en esa parte por su reciente arranque de querer dilatarlo. Sus caderas las impulsó hacia delante, abriéndose pasó con cuidado para no hacer dolorosa la intromisión. — ¡Aaah…! J-joder… Casi había olvidado lo… — Más y más adentro… Más se impulsó para que su miembro pudiese estar por completo en ese interior — Lo delicioso que eres… — Se estremeció conforme las paredes del menor envolvían su sexo de manera dolorosa pero placentera.

 Yuuto Shinji
- Si me pides eso voy a terminar metiéndote en problemas... - Para entonces ya estaba mimando la pequeña mordida con la punta de la lengua, pasándola y repasándola por donde suponía quedaron las pequeñas muescas de sus dientes. Sujk acostumbraba a NUNCA querer llevar consigo sudaderas, chaquetas o lo que fuese por encima de esas playeras sin mangas con las que tan bien se acostumbraba a trabajar... Difícilmente veía la posibilidad de que pudiera disimular en caso de que le marcase de alguna manera. Y aún así... - ¡Suuujk...! - Podría haber llamado a su pareja más languídamente, prolongando esa única silaba por toda la vida, más tuvo que abstenerse al aferrar la boca contra la piel ajena por una segunda vez... Los dientes se clavaron en la basta piel de uno del cuello al que se aferraba. Sujk estaba por fin abriendose paso en sus entrañas, y los que todavía se conservaban como pequeños jadeos y esquivos gemidos, luchaban por abrirse camino por los pasillos para despertar a los vecinos esas horas.

¿De verdad que había llegado lo suficientemente fatigado como para pensar en simplemente tomar una ducha y luego irse a la cama? - No puedes... olvidarlo...- ¿Cómo era posible? De un momento a otro sintió que la frente se le bañaba en sudor y que cada vez era más complicado articular palabra alguna. - Te lo... ordeno... - Las paredes que recibían a su pareja, carnosas, calientes, palpitaban y escocían en partes iguales... Tal vez si que se habían apresurado más de la cuenta, pero justo ahora eso no le importaba. - Vamos, termina o voy golpearte... - Intentó hablarle al oído, pero terminó mordisqueandole detrás de este solo para desquitar un poco el hecho de que sensei estuviera tomándose su tiempo para invadirle por entero.

 Sujk Arkhelism
¿Meterse en problemas? ¿Qué no ya estaba metiéndose en uno…? Sí, se metía en problemas al hacerle el amor a su pareja en pleno calendario de actividades de trabajo, sabía perfecto que debían rendir lo suficiente, tanto física como anímicamente, y ahí estaban los dos… tumbados en la cama teniendo sexo como dos amantes fanáticos del deseo. Amaba que Yuuto se dejase llevar, así como le gustaba que le hincase los dientes en donde más le diese la gana; esa sensación de dolencia que recorría su cuerpo como una especie de hormigueo le hacía elevar más y más su libido… —Hazlo de nuevo… — Jadeó, gimió y hasta le suplicó. Ese amante que tenía colgando ahora por el cuello debía cumplirle también… Necesitaba más y más de él, no quería desaprovecharlo y luego arrepentirse de no haber pedido lo que en verdad anhelaba con ese toque de suplicio que entintaba su voz a modo de pequeños jadeos.

Fue cuando se abrió paso a esas entrañas que Yuuto comenzó a marcarlo, no supo si por la dolencia del momento o por la emoción, quizá por la adrenalina, a saber pero su cuerpo estaba tan excitado al punto de impulsar más sus caderas para que fuesen sus testículos los que chocasen contra las nalgas de su menor, produciendo un ruido hueco al contacto.—Deja de provocarme… O el que saldrá golpeado será otro… Hmnn… — Echó su cabeza hacia atrás lo más que pudo, pues al tener los brazos de Yuuto alrededor de su cuello no pudo hacer el movimiento muy bien. La posición en la que estaban le estaba resultando incomoda y no era de quedarse con las ganas, así que escurrió sus manos por debajo de los brazos del menor hasta envolverle la espalda en un abrazo y con ello, se fue acomodando hasta quedar sentado y Yuuto sobre de él. La espalda de su menor aún la tenía abrazada y su frente quedó lo suficientemente junta con la ajena. —Ahora puedes… — Jadeó antes de continuar hablando. — Puedes marcarme… — Tensó las palmas de sus manos y estas comenzaron a recorrer toda la espalda ajena, una ascendía y otra descendía, acariciando todo a su paso, así hasta que una llegó por la espalda baja y más abajo donde ésta perdía su nombre. —Necesito más de ti… —Superficialmente acarició los labios de su novio…

 Yuuto Shinji

¡Sujk le estaba suplicando! ¿Desde cuándo eran dados a estimularse física, emocional y verbalmente al mismo tiempo? ¿Desde cuándo era que eso ocurría? No tenía ni una jodida idea, pero vaya que en cuanto a encamarse de verdad que iban aprendiendo juntos sobre la marcha. - No... No quieres convertir esto en una... bata... batalla... - Le advirtió entrecortadamente, hablando contra la piel de ese cuello al que de un lado mordía sin miramientos y del otro succionaba sin piedad tampoco. A penas y alcanzaba a contenerse como para no morder lo necesario para hacerle sangrar... Si Sujk le suplicaba y él, peor que preadolescente, solo requería de pequeños estímulos para hacer de las suyas... ¿Cómo carajos iba a poder reprimirse por más tiempo? - No quieres... - Repitió en un jadeo una vez apoyó la frente contra ese hombro mallugado.

Temblaba por completo, por una parte era el dolor de la primera estocada en su interior, por otro lado estaba el hecho de sentirle salir y sus entrañas contrayéndose para intentar menguar el malestar y finalmente... Estaba ese brevísimo instante en que echaba de menos a sensei invadiéndole para nuevamente disfrutar dela presencia de este llenándole por completo. - Se-sensei... - Jadeó al primer ruido seco contra sus caderas. El mayor le tomó en brazos y, quizás en un movimiento en automatico y casi natural, pero Sujk terminó sentado sobre las sábanas y él... tuvo que acomodarse a horcajadas sobre este para no caer de lado. Ni que decir la cantidad de sensaciones que el miembro de su pareja provocó en su interior con tanto improvisado movimiento de ambos. - A-ah... joder... para...- Suplicaba siendo que él mismo estaba colaborando por adoptar una cómoda posición. - Dios... - Suspiró cerrando los ojos, mordiéndose el labio inferior. Ya no pudo aferrarse al cuello ajeno, prácticamente lanzó los brazos más allá de los hombros, sus manos llegaron a la espalda y arañó la piel, haciendo lo mejor posible por aferrarse a esta peor que Waccha cuando estaba a punto de caer del sofá. - No te muevas... tanto ahí dentro... - Aún entre palabras cansadas, intentaba ordenarle. Se pegó más al cuerpo de su pareja y la presión a la que el abdomen de ambos presionó su sexo le pareció demencial...

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¿Una batalla decía? El lecho donde yacían desbordando todos sus anhelos ya era un campo de batalla, donde uno suplicaba por más atenciones al mismo tiempo que se abría paso en las entrañas con esas ganas insaciables, con esa sed… Mentiría si dijese que estaba bien, o que tenía todo bajo control. Cuando se encamaba con Yuuto de ese modo no había nada en control, no con sus emociones no con todas y cada unas de las fibras de su ser; todo se entremezclaba que ni pensar era bueno en esos instantes, no había cavidad para tener un poco de consideración, mucho menos con los vecinos que seguramente ya habían escuchado sus gemidos que se emitían desde el pasillo; podría jurar que con Yuuto era un apasionado sin riendas de por medio. Ambos hacían una tormenta en un vaso de agua…

El Cuerpo de Yuuto temblaba en sus brazos, y él apretaba más éste hacía su pecho para que de esa manera la hombría del menor quedase en un lugar más estrecho y pudiese acoplarse al movimiento para lograr la estimulación. —J-joder… —Echó la cabeza hacia atrás cuando pudo sentir las desgarradoras uñas de su menor sobre su espalda. Era increíble la sensación, el escozor le recorría por toda la espina dorsal, haciendo de esto algo placentero, Yuuto no sabía cuánto es que amaba que le maltratase la piel de ese modo, que lo marcase también. —… Me encanta… Ahhn… — No era un “Me encantas”, hacía referencia a la estimulación en su espalda, a la estrecha entrada del otro cuando hacía presión sobre su entrepierna de una manera tan única; sentía como la punta de su miembro estaba caliente ahí dentro, como su erección crecía cuando más presión ejercía su menor en cada leve estocada que podía regalarle. —… M- mue… — Tuvo que apretar los ojos, dejar sus palabras al aire para tomar un pequeño respiro pero no lo consiguió; la cabeza la mantenía aún atrás, y tragar saliva se le hizo una tarea difícil. —… Muévete… — Pidió. — …Ahh… Haz-hazlo… ahora… — Suplicó. Joder, su guitarrista estaba en su regazo, sus manos sostenían ahora esas nalgas, las apretaba y las separaba para que de ese modo el otro pudiese subir y bajar con mayor posibilidad. — Nhn… Yuuto… — Gimió una vez más… No podía, estaba en un límite donde la lujuria era más fuerte que sus deseos y su lado apasionado apagaba a ese Sujk serio y bromista.

Yuuto Shinji
Hacer el amor con Sujk le hacía temblar peor que hoja de otoño a punto de caer de los árboles. Se estremecía peor que con la llegada del invierno, pues era fuego lo que le hacía quemar por dentro. De pronto se sentía imposibilitado de articular cualquier palabra y al momento siguiente le era una necesidad el exteriorizar toda la cantidad de cosas que en su sano juicio no diría ni aunque le pagaran. – Y a mi… me fascina… - ¿El qué? El hacer de las suyas con él, el arañarle la espalda, el intentar besarle el cuello y notar que este todavía ardía luego de las dulces agresiones que acometiera antes en contra de esa apasionada piel. – Siempre… - Jadeó paladeando todavía con la punta de la nariz el cuello, la línea de la mandibula. Como quien esta indeciso acerca de por donde comenzar a servirse de su platillo favorito.

No hacía falta que se lo pidiera, ya sus rodillas estaban funcionando como el mejor soporte para ayudar a Sujk a salir de su interior casi por completo. Una de sus manos tuvo que sujetarse con fuerza del hombro ajeno, la otra continuaba aferrada como garra ahora en el omoplato en donde había alcanzado a aferrarse. – Si continuo haciéndote caso… - Apoyó la frente contra la del baterista y no supo si eran los cabellos de este o los suyos los que le empaparon la cara, necesitaba entrar en contacto con esos ojos “dormilones” que solo en esas situaciones se veían verdaderamente aletargados como los suyos. – Vamos a terminar pronto luego de tanta tortura previa… - Le estaba hablando sobre la boca y solo aquel voluptuoso glande era el único que le invadía. Sensei estaba a nada de salir de sus entrañas y todo por su manía de querer prolongar esas pocas estocadas que seguro en nada y le hacían llegar al orgasmo.

Sus carnosas y calientes paredes se contraían y dilataban ante la momentánea ausencia de esa carne que antes las ocupara. – Ya me imaginaste como quisiste… - Ahora hablaba sobre una de sus mejillas. – Ya me toque como quisiste… - Le lamió a penas con la punta de la lengua y entonces comenzó a dejarse caer lentamente contra ese regazo, tu tracto cedió con bastante mayor facilidad que con anterioridad y casi de inmediato volvió a impulsarse para con rapidez hacerle salir. – Y ahora quieres que vuelva a hacerlo como se te da la gana… - Mientras volvía a bajar con una lentitud torturosa hasta para sí mismo, le mordía el labio superior. Ambas manos se deslizaron hasta llegar a esos pectorales con los que rara vez se deleitaban sus manos… Dentro suyo se encargó de apretar lo suficiente el miembro de su pareja, no sabía si era un acto voluntario o no. Con cuidado le empujó y le obligó a tumbarse sobre las sabanas. – Creo que ambos sabemos que no vamos a durar mucho… - Le aseguró desde arriba. – Así que déjame ver cómo te descompones desde acá arriba. – Y como si quisiera demandarle una rápida respuesta él mismo se hizo botar un poco sobre esa entrepierna que no hizo otra cosa que enterrarse lo necesario como para obligarse a morderse el labio inferior. - Es mi turno de usarte un poco también...

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